---- Capítulo7 Bruno, molesto, se pasó la mano por el cabello y explicó con mucha impaciencia. -Ese día tenía cosas que hacer, no podía acompafiarte, así que lo dije. 2Quién iba a pensar que lo recordarías tan bien? -Y además te la pasaste tanto tiempo con ese Julio. - Apretó los pufos con mucha fuerza, mostrando mucha frustración. -Aléjate de él. Si no fuera por esto, nunca me habria dado cuenta de lo mucho que le gustas. Mientras lo escuchaba hablando solo, no pude evitar soltar una risa muy burlona. -No crees que yo lo recordaría tan bien? -Yo no lo creo. Lo miré fijamente mientras sacaba mi celular y reproducía un video que habia descargado del correo durante la comida. .A medida que el vídeo avanzaba, Bruno se fue sorprendiendo poco a poco. Cuando terminó, me miró con una sonrisa forzada y torpe. -Amor, iquién te mandó ese video? -No lo creas, estaba borracho, hablé sin pensar. Guardé mi celular y lo miré, completamente tranquila. -Bruno, i sabes? Ese dia, cuando recibí este video, fue que corrí a buscarte para aclararlo todo. Fue cuando tuve el accidente. -Nos conocemos desde hace diez aios. Desde nifia me gustabas, ---- siempre estaba pegada a ti. Cuando me confesaste tu amor, pensé que estaríamos juntos para siempre, incluso quise ir a la misma universidad que tú. Solté una pequeõa risa Ilena de amargura. -Me equivoqué, fui demasiado tonta. Confié ciegamente en ti, en nuestra relación. -Jamás pensé que tomarias mi amor como una cadena. -No es así...- La impaciencia y el enojo de Bruno desaparecieron de un solo golpe, y se apresuró a explicarle: -Elisa, grecuperaste la memoria? ; Te acordaste de lo nuestro? -De verdad te quiero, zno lo recuerdas? Cuando tenía diecisiete afios, el día que te confesé mi amor, prometí cuidarte siempre. Mis ojos reflejaban una tristeza muy profunda. Por supuesto que lo recordaba. Recordaba cuánto me queria Bruno cuando tenía diecisiete afios. El día que acepté su amor, la alegría en sus ojos era tanta que casi parecía desbordarse. Me abrazó tan fuerte que me levantó del suelo, girando varias veces de felicidad. Pero también sabía que ese amor juvenil era tan real como las palabras que dijo en ese club, y ahora sus excusas eran igual de Sinceras como entonces en un principio. Negué lo que dijo. -Ya no importa, Bruno. ;De verdad crees que después de todo esto te puedo seguir creyendo? -Ese día, camine corriendo a verte, ya había tomado una decisión, te dejaré libre. ---- -Bruno, tu cadena desapareció. Para siempre. Terminemos en paz. Me di la vuelta, sin ganas de seguir hablando con él. En ese momento, mi mente estaba centrada en otra persona. Bruno, completamente desesperado, me agarró del brazo. -iNo te vayas! -Elisa, no puedes hacerme esto solo por unas palabras. Sus ojos estaban Ilenos de súplica. -Estamos a punto de ver la casa donde vamos a vivir, nos vamos a comprometer pronto. Tus padres solo me aceptan a mí como su yerno, y mis padres te ven como una hija desde hace algunos afios. -No podemos terminar, es mi culpa. Tú nunca fuiste una carga, fui yo quien se confundió. Retiré mi brazo de su agarre, mirándolo con calma, sin ninguna emoción en los ojos. -Lo de mis papás lo resuelvo yo. Bruno, lo nuestro ya se acabó. Me giré una vez más, y esta vez me fui sin mirar atrás, ignorando por completo cada palabra que él intentaba decirme.
