---- Capitulo 10 Cuando regresamos a casa, me desplomé en la cama. Un crujido detrds me hizo volver la cabeza. Me levanté de la cama, y vi como Cristian sacaba un teclado, lo colocaba en el suelo y se arrodillaba encima. Mi amor, perdéname-me miraba con los ojos de perritos- Reconozco mi error y me merezco este castigo. No te enfades. -{Creias que era una mujer vanidosa?-pregunté, una ldgrima caliente resbal6 por mi mejilla. Se levanté apresuradamente, me acercé a la cabecera y acaricié mi comisura enrojecida con sus dedos temblorosos: -Claro que no, gcémo posible que te llegase a tratar asi? -2Entonces por qué me insultaste asi, una cazafortunas?- pregunté, sin desviar la mirada. Después de un silencio que pesé como plomo, confesé en voz baja: -Estaba decepcionado viendo que estabas con Diego, quise que se separaran. Pero no entendiste mis insinuaciones, pasara lo que pasara. En aquel momento, decidiste renunciar solo para estar con él... Se me nublé todo el juicio. -Lo dije por rabia....Pero créeme, me arrepenti de habértelo dicho en caliente, de verdad. Preferi que fuera como lo que yo decia. Asi te ofreceria todo mi dinero para conseguir tu atencién. -=No te odiaba. Creo que yo estaba esquivando el hecho de que no te gustaba. No pude evitar sonrefr entre lagrimas y lo abracé el cuello: ---- -Cristian, te enamoraste de mi demasiado pronto. Otro encuentro con Diego ocurrié en un centro comercial. Estaba comprando cosas con una amiga para mi bebé que ya estaba por nacer. El me miraba desde lejos. No se acercé hasta que me di cuenta de su presencia. -Estamos actuando para ayudar a Lily a recuperar la memoria, zno es asi? gpor qué estas embarazada?-dijo abatido, sin poder desviar la mirada de mi vientre. Lo miré con alerta, protegiendo mi vientre con ambos brazos. Se volvié gris poco a poco, me cruzé con los ojos y abrié la boca, pero de ahi no pasé nada Mi amiga me llevé a la salida rapidamente. -Vamonos, parece que tiene algin problema mental. {Qué susto! Temo que te haga dafio.-me dijo Después, di a luz a mi bebé. Era una nifia linda, igualita a su padre y ami. Y cuando ella cumplio un mes, Cristian me dio una noticia: Diego habia muerto. Me quedé aténita, y no pude reaccionar por un buen rato, -{Cémo se murié?-le pregunté. -El invirtié mucho dinero en bienes raices, pero debido a los cambios de las politicas y la desaceleracidn del mercado, la cadena ---- de financiamiento colaps6. Tras la quiebra de su empresa, se sumergié en el juego, acumulando una enorme deuda. Salté desde el piso dieciocho de Empresas Cedefio, que atin no estaba terminado. El colchén inflable no lo pudo amortiguar, asi que fallecio subitamente. Me dio escalofrios al recordar la promesa que me habia hecho. Mi amor, debemos hacer mas obras de caridad.-propuse. -Claro, y Dios bendecira a nuestra hija.-respondié sonriendo, y bes a la nifia entre sus brazos. A medianoche, en la ciudad soplaba un viento frio. Liliana encogié sus hombros fuertemente cuando escuché que hablaban de la viuda de Diego. -Basura.-se burl irénicamente. El hombre que estaba a su lado le dio un manotén, la reprochd, borracho: -Maldita seas, 2a quién estas llamando basura? Por las calles, el viento arrastraba un llanto que sonaba extrafiamente parecido al de una carcajada de mujer.