---- Capitulo 7 No hacia buen tiempo cuando llegué a la Ciudad Retama. Por poco y diluviaba. Regresé a casa corriendo bajo la lluvia. No me cabia duda de que Diego tiraria todas mis cosas si no aparecia hoy. Lo que no esperaba era que, a pesar de todo, pudiera romper su palabra Al abrir la puerta, las cosas estaban esparcidas por todo el suelo. Un mal presentimiento me aceleré. Me apresuré hacia el cuarto. Ahi estaba una caja delicada de madera, abierta, y obviamente, dentro la pulsera de jade se habia hecho afticos. Una risa siniestra retumb6 a mis espaldas. Me giré y me enfrenté a Liliana. {TU rompiste mi pulsera?-pregunté, sosteniénndolos -Nunca debiste casarte con Diego-escupié-. jni siquiera pensarlo! {Cémo te atreves a querer a un hombre que no pertenece a tu clase? Tu no eres mas que una Zorra vanidosa, gcrees que una simple criatura pueda convertirse en un majestuoso fénix? -Esta es mi leccién para ti, Nunca lo olvides, la mona, aunque vista de seda, serd siempre mona, y el fénix jamds podrd ser una gallina! Me alegra ver que tu suefio de una vida de lujo se haya caido. -se burlé con una risa de bruja En vez de enojarme, me sorprendi ---- -{No perdiste la memoria? -Ia pregunté confundida: Rio maliciosamente, me agarré mi mano y presioné los fragmentos en su propia palma y chill -jAh! Perdoname, sefiorita Otero, no lo hice a propésito. Es que pensé que Diego tenia otra... No sabia que vivias aqui. jPor favor no me hagas dafios! Diego me empujé de golpe, abrazé a Liliana y le revisé la mano con completa delicadeza. Se arrim6 entre sus brazos, fragil. Me miré con miedo y las lagrimas caian sin cesar por su rostro. -Diego, no te preocupes. No me duele tanto. Por favor no le eches la culpa a la sefiorita Otero. Tal vez estaba demasiado ansiosa. Seguro lo hizo sin querer... EI hombre se puso colorado de coraje' -(Por qué llegas a ser tan malvada? jVen acé y arrodillate para pedirle disculpas! Me puse los ojos en blanco, y le contesté sin interés: =No hice nada. ~iSé que la sefiorita Otero sigue enfadada conmigo! Diego, no la obligues, supongamos que lo que ella dice es cierto.-solloz6. -iMentira! gno eres tU quien lo hizo? jEntonces cuéntame quién! Solo los tres estamos en esta casa. {Esperas que crea que ella se hirié sola? Me ref por tanto drama. Me les acerqué y solté una bofetada en la cara a Liliana. Fue tan fuerte que me dolié la mufieca ---- -Ya que me acusaste, al menos que valga le pena. -dije, sin inmutarme. Diego me agarré la mano con fuerza tras reaccionar: -|Cémo te atreves! Intenté soltarme, pero con mi fuerza femenina era imposible zafarme de un hombre acostumbrado a controlar. -jSuéltame! ;Déjame en paz! Me tiré al suelo y presioné mi mano en los afticos esparcidos con brutalidad. Senti cémo se me clavaron en la carne y de las heridas brotaron gotas de sangre. -0jo. Tal como lo hiciste a Lily, !te lo devuelvo! Al terminar las palabras, levanté a Liliana, y la consol6, diciéndole que la llevaria al hospital. Parecfa que recordé algo, se detuvo y me alerts desde arriba: -Inés, no olvides lo que te dije. Espero que reflexiones profundamente y vuelvas a ser esa persona buena que eras antes. Quiero ver tus cambios un afio después. Levanté la cabeza, la Ultima escena que vi fue la cara satisfecha de Liliana. El chéfer de Cristian que me esperaba en la calle vio cémo Diego salié con Liliana, que estaba loco por la preocupacién, se dio cuenta que algo habia ido mal, por lo que entré en la casa corriendo y me encontré con la mano hecha un desastre. -Dofia Lopez, perdéneme por llegar tarde.-dijo, asustado ---- -Tranquilo -respondi, viendo las manchas de sangre-, no es tu culpa, haré que el que las hizo pague Cristian estaba ocupado con sus proyectos comerciales en el extranjero. Aunque pensé que aplazaria los trabajos para acompafiarme, quise resolverlo sola. Por eso, habia mandado al chéfer a ayudarme. Sin embargo, ninguno de dos imagindbamos lo desvergonzado que estaria Diego.