---- Capítulo 7 El aire de la pradera del norte era seco y dulce. Mientras caminaba por el campus de la universidad, sentí como si hubiera renacido. Durante el día, iba a las clases, esforzándome por adquirir conocimientos que había olvidado en mi vida pasada. Por la noche, trabajaba a tiempo parcial en el campo de entrenamiento entrenando a las crías de lobo. También recogía los materiales didácticos, hasta que me dolía la espalda y las piernas. Pero ese cansancio me hacía sentir tranquila. Un mes después, me adapté a esa vida ajetreada pero plena. Poco a poco fui olvidando a Hugo y los recuerdos de mi vida pasada se fueron desvaneciendo con el tiempo. Sin embargo, no esperaba que él viniera para buscarme. Estaba debajo de mi edificio de residencia. En cuanto me vio, me preguntó enfadado: - Alba, é por qué pusiste el nombre de Sara en el certificado de pareja? éY por qué no fuiste al territorio del sur? Lo miré en silencio y dije, sin que se alterara la quietud de mi corazón: -iNo era tu deseo que Sara fuera tu pareja? Deberías haberte alegrado de que yo ---- haya renunciado ati. Oyendo mis palabras, Hugo estaba confundido porque eso no parecía ser cierto. Replicó: - ; Qué tonterías estás diciendo? jSiempre he considerado a Sara como mi hermana! No pude contener una risa. - ãEs una hermana a la que abrazas todos los días? Hugo, no me creas tonta. Un destello de pánico cruzó sus ojos. Dio un paso adelante, intentando agarrar mi mano, y me dijo: - No te enfades. Eres mi única pareja. jNo ha ocurrido nada entre Sara y yo! Vuelve conmigo, cambiaré el nombre en el certificado de pareja. Zafé mi mano de su agarre y retrocedí, con la mirada lena de desconfianza. Afirmé: -No voy a volver contigo. No me importa tu relación con Sara, solo quiero que no tengas nada que ver contigo en el futuro. Me di la vuelta y me alejé, sin ganas de verlo. Hugo gritó detrás de mí: - Alba, somos pareja, no puedes hacerme esto... ---- Durante los días siguientes, siguió merodeando por el campus, pero lo evadí. Estaba decidida a cortar cualquier posible vínculo entre nosotros, pero no esperaba que fuera tan descarado. El rector me dijo que fuera a su despacho después de mi clase. Entonces, supe que Hugo quería iniciar el trámite de mi expulsión. Temblé de rabia y lo sehalé mientras le gritaba: - Hugo, équé quieres hacer? ;Por qué intentas hacerme expulsar? - -Quiero que vuelvas conmigo - respondió. Se levantó, se acercó a mí y extendió la mano para cogerme del brazo. Di un paso atrás bruscamente para evitar su contacto y grité: - Volver? iVolver para ver cómo tú y Sara juegan a ser tortolitos delante de mí todos los días? Su rostro se tensó y luego dijo, enfadado: - Alba, somos pareja, no hagas tonterías. é Qué sentido tiene que te hayas ido al norte y estar separados? Su comportamiento descarado me hizo reír. Le dije: - iSara es tu pareja! |Su nombre está en el certificado y ella es la persona que tienes en tu corazón! ;No podrías dejarme en paz? ---- É! palideció y habló entre dientes: - El certificado de pareja está mal, solo hay que corregirlo. Lo que hice antes, te ha llevado a malinterpretarme; pero no volveré a hacerlo. Sus palabras se clavaron en mi corazón, porque solía decir las mismas palabras en mi vida pasada. Pero el resultado nunca cambió. Su amor por Sara parecía estar grabado en sus huesos; era algo natural. No quise hablar con él, así que me volví hacia el rector y le dije con sinceridad: - Sefor, quiero seguir estudiando aquí, jpor favor, no me expulse! El rector lo vio todo. Me miró con compasión y luego se volvió hacia Hugo y le dijo: -Sehor García, no tiene ninguna relación con Alba, así que no puede tramitar su expulsión. Suspiré aliviada y miré al director con gratitud. Hugo quiso decir algo más, pero el rector le pidió que saliera de la universidad.
