---- Capitulo 8 -Elena- Seis meses después, mi vida era otra. Sin el lazo de pareja, por fin me sentía yo misma. El refugio iba muy bien, empezamos a recibir criaturas mágicas de todo el país. Dagmar y yo ya éramos algo serio. Su paciencia, su forma de entenderme y su apoyo incondicional me ayudaron a volver a confiar en el amor y a abrirle mi corazón. -gEn qué piensas? -dijo Dagmar abrazándome por la espalda y dándome un beso en el cabello. -En lo mucho que han cambiado las cosas en tan poco tiempo - dije aún pensativa y lo abracé más fuerte para sentir su calor. -Y fueron cambios para bien o para mal? -Fue para lo mejor -sonreí y lo besé. Estábamos en el patio del refugio, mirando cómo el atardecer pintaba de amarillo el mar. Riley y los otros animalitos jugaban en el pasto. Era justo la vida que siempre so -Llegó una carta para ti -dijo Kate caminando hacia mí y me dio un sobre elegante- Parece invitación formal. La abrí: era una invitación para la ceremonia del nuevo Alfa de la manada Luna Negra. Luke, quien ahora ocupaba el lugar de Seth. -éVas a ir? -preguntó Dagmar. Lo pensé un momento. ---- -Creo que sí, para poder dejar todo el pasado atrás. Dagmar asintió. -Voy contigo. Dos días después, fuimos juntos al territorio de la manada Luna Negra. Ese lugar, donde viví durante diez aíios y donde solo guardaba recuerdos dolorosos, ahora se sentía extrafiamente desconocido. La ceremonia fue sencilla y muy seria. Luke era un buen lobo, justo y respetado. Iba a ser un gran Alfa. -Elena -Luke se acercó cuando terminó todo -Gracias por venir. -Felicidades, Alfa -le dije de todo corazón. Luke dudó un poco. -Tengo que contarte algo... es sobre Seth. Al escuchar su nombre mi corazón se detuvo por un instante. -gQué es lo que pasa? -Desde que dejó ese pueblo, ha intentado redimirse. Empezó una organización para ayudar a criaturas mágicas maltratadas, sobre todo a los que son mestizos y también a los más débiles. Lo miré, sorprendida. Eso no era el Seth arrogante que yo recordaba -eEstá... está bien? -no pude evitar preguntar. -Físicamente, sí -Luke suspiró -Pero perder el lazo de pareja es muy duro para un Alfa, eso cambia mucho, Me mordí el labio, y en vez de culpa, sentí alivio. Un alivio profundo. ---- Seth aprendió a respetar y a tratar a todos por igual, aunque fuera un poco tarde. -Sabes dónde está? -pregunté. Luke me dio una dirección. Era un pequeio refugio cerca de la frontera con Canadá,. -Vas a ir a verlo? -me preguntó Dagmar cuando ibamos de regreso a casa, no era celoso, solo se preocupaba por mí. -Creo que sí -respondí -No para volver a empezar, solo para un adiós de verdad,. Dagmar apretó mi mano. -Te entiendo. Hay cosas que necesitan cerrarse bien. Otra vez su apoyo me demostró que elegí a un gran compafiero de vida. Al día siguiente fui sola al refugio. Era un bosque tranquilo, con una cabaíia sencilla en el centro. Seth estaba afuera, ayudando a un lobito herido con ejercícios de rehabilitación. Se veía más delgado, pero en sus ojos se veía que estaba tranquilo. Se quedó helado al verme. -iElena? -Sí -asentí -Escuché lo que haces. Sonrió, tímido. -Solo intento hacer algo que tenga sentido. Me invito a caminar por el bosque, y acepté. ---- -Por qué viniste? --me preguntó al fin. -Para un adiós de verdad -le contesté -Para que los dos podamos seguir adelante. Seth solo asintió, y en sus ojos se notaba la paz que eso significaba para él. -Te odié mucho tiempo, Seth -le expliqué -Ese odio me mantuvo en pie. Pero ya no lo necesito. -Encontraste la felicidad -dijo más como una afirmación que como una pregunta. -Si. Dagmar es un buen hombre. Me respeta, me cuida, me quiere. Seth sonrió de verdad, sin dolor. -Me alegro por ti, Elena. De verdad. Vi que en sus ojos ya no había dolor ni culpa, solo paz. -eY tú? cEstás bien? -Estoy aprendiendo a aceptar las cosas -dijo bajito -Perder el lazo fue duro, pero eso me hizo valorar cada ser vivo y a respetar cada decisión. Sentí alivio. Seth había cambiado. Ya no era ese Alfa orgulloso. El dolor lo hizo crecer. -No me arrepiento de haber roto el lazo -le dije con firmeza, sin apartar la mirada. -Pero quiero que sepas que ya no te odio. Seth se sorprendió y luego me miró. -Gracias, Elena. Eso significa mucho para mí. ---- Llegamos a un lugar sin tantos árboles, las montaíias al fondo se veían moradas gracias a la luz del sol que se iba ocultando de a poco. -;Te acuerdas del barranco en Crestacielo? -preguntó Seth de repente. -Sí, me acuerdo -asentí. Era el lugar sagrado de la manada y el barranco desde donde salté en las dos vidas. -Voy muy seguido allá, a pensar -dijo Seth suspirando -;Qué hubiera pasado si yo fuera esta versión de mí? Pero entendí algo: no podemos cambiar el pasado. Solo podemos aprender de é| y avanzar. Sus palabras tocaron algo dentro de m. No era amor, era comprensión.Una empatía que antes creí imposible. -Bueno... Ya debo volver -le avisé-Dagmar me está esperando. Seth asintió. -É| es un hombre con mucha suerte. -Yo también tengo suerte -sonreí. Antes de irme, Seth me dio una cajita de madera. -Esto es para ti. No es un regalo, es una promesa. La abrí. Era la figura de un ciervo hecho en madera, rodeado de pequetos árboles en el bosque. -iQué significa? -Libertad -dijo Seth -Prometo respetar tus decisiones y no meterme en tu vida. À menos que necesites ayuda. ---- Tomé la figura, sintiendo una tranquilidad rara. -Muchas gracias. Al salir del refugio, sentí una paz total. Ese encuentro no era para perdonar, era para soltar. Ya no necesitaba el odio. Ahora tenía mi propio camino. Al volver, Dagmar me esperaba en la entrada del refugio. -Todo salió bien? -preguntó. -Sí -asentí y le tomé la mano -Todo está perfecto. No le conté los detalles de mi charla con Seth, pero Dagmar entendió. Me apretó la mano, y me miró con dulzura. -Lista para seguir con nuestra vida? -preguntó, sonriendo. -Más lista que nunca -respondí. Dos meses después, Dagmar me pidió matrimonio en la playa donde tuvimos nuestra primera cita de verdad. Dije que sí, sin pensarlo. -;iSegura? -preguntó Dagmar en serio -Sabes que nunca te pediria olvidar tu pasado. -S, yo estoy segura -sonreí -El pasado ya fue. Yo elijo el presente, el futuro, y te elijo a ti. En mi boda recibí una carta que solo decía: *Mi único deseo es que tengas una felicidad eterna. S. Sonreí y guardé la carta, sintiendo solo calma. Seth era solo un recuerdo lejano, ya no podía cambiar mis emociones ni mis decisiones. ---- Dagmar vino, me abrazó y me besó la frente. -iLista, futura sehora Hayes? -Más lista que nunca -le respondí sonriendo, y tomé su mano. Afuera, la luz de la luna Ilenaba el jardín con su magia. Sentí que la Diosa de la Luna sonreía. Me dio una segunda oportunidad y el derecho a elegir. Esta vez, elegí mi propio camino. No por destino, ni por obligación, sino por lo que yo queria de verdad. Libertad, decisión y amor verdadero. Eso era lo que siempre habia anhelado.
