---- antes de que cayera al suelo. -Lo siento, amor. Es por tu propio bien. La oscuridad me envolvid. Cuando desperté de nuevo, la luz del sol se filtraba por las ventanas de nuestro dormitorio. Por un momento, todo se sintid normal, hasta que el dolor sordo en mi abdomen hizo que la realidad regresara de golpe. Aparté las cobijas y levanté mi camisén para encontrar una cicatriz quirdrgica fresca atravesando mi vientre bajo No. jNo, no, no! La puerta se abrié y Bruno entré cargando una bandeja de comida. -Ya despertaste -dijo suavemente, dejando la bandeja y corriendo ami lado~.