---- Capitulo 4 Aurora y yo permanecimos en el hospital de la manada durante tres semanas. Durante todo ese tiempo, no recibimos ni un solo mensaje de parte de ninguno de los gemelos ni de nadie, no preguntaron por nuestro bienestar, paradero o por qué no habiamos regresado a la casa de la manada. Mi corazén ya destrozado se hundié aun més, ante esa despiadada indiferencia. Mientras finalizdbamos los papeles del alta, vimos a Elias caminando por el pasillo. El no nos noté, pero lo seguimos con discrecién, hasta que entré en la sala de maternidad y descubrimos qué estaban haciendo los hermanos. Victoria yacia en una cama del hospital, aferrando la mano de Alexander y llorando por su miedo a entrar en la sala de partos, mientras Elias, que acababa de llegar, le acariciaba tiernamente el cabello. Al estar juntos, los tres creaban una imagen de perfecta armonia. Ante eso, Aurora y yo tocamos nuestros vientres de forma instintiva, con ojos llenos de desesperacién. En comparacién, los temores actuales de Victoria parecian bendiciones. Al observar la escena tan intima, me obligué a mantener la calma, sacando a mi hermana del hospital, porque tenfamos asuntos mas importantes que atender. Le escribi a Alexander una vez mas. -Reunién con el Consejo Alfa pasado mafiana. jLleva a Elias! "Es en serio, si no se presentan, no tendremos mas remedio que dejar que el Consejo haga cumplir nuestra peti vinculo. Alexander me Ilam6 de inmediato, pero rechacé la llamada. ---- Comenz6 a inundarme con mensajes que ignoré por completo, hasta apagar el teléfono. Aurora me acompaiié a denunciar el ataque de los lobos renegados ala division de seguridad del Consejo Alfa. Ese habia sido un ataque de venganza deliberado, y las victimas fuimos las compafieras de los Alfas de la manada. Alli, relatamos todo el incidente con detalle. Las cejas del Jefe de la division se fruncieron con preocupacién -Es un asunto muy serio, {por qué esperaron para reportarlo hasta ahora? ¢Qué habria pasado si esos renegados hubiesen vuelto a atacarlas? Solté una sonrisa amarga porque eso no sucederia, hasta los renegados sabian que yo no era relevante para Alexander, lastimarme no suponia ninguna amenaza para él. Solo pude pedirle al Jefe de la division que revisara cuidadosamente los registros de la patrulla fronteriza. Cuando escuché que yo habia perdido un cachorro, y Aurora la capacidad de transformarse debido al ataque, que habiamos quedado atrapadas durante un deslizamiento de lodo sin obtener ayuda, su expresién se suaviz6 con simpatia. -No se preocupe, sefiora Aria. Haremos todo lo posible para investigar esto a fondo. Al salir de las instalaciones de la divisién de seguridad, recibi otro video de Victoria con el texto. -Dos kilos ochocientos gramos. Un Angel que flotaba en las nubes eligiendo cuidadosamente a su madre, ha llegado finalmente a mi En el video, Alexander y Elias revoloteaban alrededor de ella, ambos competian por ser el padre del cachorro, prometiendo criarlo como propio. No pude evitar preguntarme como reaccionaria mi ---- compajiero si supiera que su propio cachorro habia fallecido. Sin embargo, estaba demasiado exhausta para seguir pensando en ello, Aurora y yo estébamos agotadas después de salir del hospital e ira la oficina de seguridad, asi que regresamos temporalmente al pequefio apartamento donde habia vivido antes de emparejarme con Alexander. Cuando encendi el teléfono de nuevo, me encontré con una avalancha de llamadas perdidas de Alexander. Le devolvi la llamada, sintiendo su ira explotar a través de la conexién. -iDrama, drama, drama! jEso es todo lo que sabes hacer! Te dije que te quedaras en casa y descansaras, pero has convertido el lugar en un completo desastre. Si no hubiera venido a buscar un regalo para el cachorro de Victoria, no me habria enterado del desorden has causado. ~Y Aurora también, por qué la arrastras a tus dramas? Elias ni siquiera puede contactarla ahora. gEstas envenendndola contra él? ¢ Cémo puedes ser tan vengativa? Casi has destruido la relacién entre nuestros hermanos. Te sientes satisfecha ahora? Aurora se detuvo a mi lado, en su mirada pude ver que queria atravesar el teléfono y abofetearlo. La contuve, diciendo, No te lastimes por alguien que no vale la pena -Alexander -insisti-, te lo diré una vez més: te exijo la disolucién del vinculo como compaiieros, no quiero escuchar tus palabras indtiles. En cuanto a Aurora, deberias preguntarle a tu querido hermano qué ha hecho. Aurora agarré el teléfono y grité. -Emparejamos con ustedes ha sido el peor error de nuestras vidas. Déjame aclararte algo