---- ¢Atn podria cambiarse el destino? No, no podfa. No podfa... era demasiado tarde. Muy, muy tarde... Incontables imagenes pasaron por su mente como diapositivas en rapida sucesi6n; la primera vez que Ambar le dijo a Wendy que se fuera, intentando explicarle desesperadamente que era una impostora. La reaccién de Ambar cuando se rompié la foto familiar, la primera vez que se derrumbé en lagrimas, cuando se cubrié el rostro y eligié tragar sus l4grimas en silencio porque se sentia indefensa. Su hermana cayendo por las escaleras, cuando la abofetes. Cada momento, cada incidente, habia pavimentado su camino hacia la partida. Ricardo nunca habia comprendido tan claramente que habia perdido a Ambar, pero ya se habia ido, para no volver jamés. No supo cémo llegé a casa. Al entrar, vio a Alex desplomado en el sofa. El ama de llaves estaba sentada frente a él, con una expresion fria. -No es que le esté revelando la verdad ahora. {Cuantas veces la sefiorita intento decirles la verdad por si misma? Alex la miré con la mirada vacia y sin vida. Debié haber escuchado las mismas cosas que Ricardo, La voz del ama de Ilaves estaba llena de tristeza. -He cuidado ala sefiorita durante muchos afios y creo que, aunque a veces puede ser testaruda, siempre ha sabido distinguir el bien del mal, nunca miente. Alguna vez, ellos también lo creyeron. Entonces, por qué, después ---- de que llegé Wendy, dejaron de creer en Ambar? Alex se levanté y subié tambaledndose las escaleras. Ricardo lo siguié, observando cémo entraba al dormitorio, abria una maleta y sacaba un vestido de la Diosa de la Luna. Alex murmuré, como si hablara consigo mismo. -Se lo prometi Cuando regrese, debo darle esto. La voz de Ricardo sonaba ronca. -Ella no va a volver. Los labios delgados de Alex temblaron y finalmente, rompié a llorar por primera vez. Sus l4grimas empaparon silenciosamente su bufanda, su voz tembl6 hasta volverse casi inaudible. -Es verdad, ella no va a volver.
