---- Capítulo 4 -ilmposible! Los ojos de Marcos ardían de furia, y su poder de Alfa chisporroteaba en el aire. Hasta las paredes parecían vibrar con su rabia. -iEstás confabulado con Sofía para engafiarme, 4no es así?! -Su voz se elevó en un rugido que hizo temblar las ventanas- .jEsto es un maldito teatro! jEstá jugando con mi culpa! Ella estaba bien cuando nos fuimos... ;Cómo pudo pasar esto...? Las palabras se le atropellaron, con la negación y el pánico luchando por abrirse paso en su voz. Sus manos temblaban con fuerza mientras sacaba su móvil y abria la aplicación de seguridad de la casa. En la pantalla se veían habitaciones y paredes vacías donde solian colgar sus cuadros. Su silla favorita estaba desocupada. Su taza de café ya no estaba en el mostrador de la cocina. La casa estaba extrafiamente vacía y silenciosa, sin ninguna de mis pertenencias. Cada huella de mi existencia habia sido eliminada a propósito. Marcos se quedó mirando las imágenes, y su rostro se puso pálido mientras la realidad comenzaba a hundirse en su mente. -No... no, esto no puede ser. Solo estaba molesta por el acuerdo... Parecia que toda su fuerza lo habia abandonado, y su cuerpo poderoso ahora se veía frágil ---- El teléfono se le resbaló de las manos temblorosas, cayendo al suelo y estrellándose con fuerza, dejando la pantalla agrietada como una telarafia. El cristal roto reflejaba su expresión destrozada, -iDónde pasó? Nicolás, Ilévame allí... rápido.. Su voz se quebró como la de un nifio asustado, sin rastro de autoridad, despojada por completo de su autoridad de Alfa. Sus pasos eran tambaleantes mientras se desplomaba contra el hombro de Nicolás, sus piernas apenas lo sostenían. Celeste lo sujetó de inmediato del otro brazo, clavando sus dedos con fuerza en su piel. -Marcos, es imposible. Estaba perfectamente bien cuando salimos de la casa. -Su voz era aguda, forzada, como si intentara convencerse a si misma- .;Seguramente es otro de sus juegos para no firmar el acuerdo! Esto es justo el tipo de manipulación que ella... iPAF! El sonido seco de la bofetada retumbó en la oficina como un disparo. La cabeza de Celeste se giró, y su peinado perfectamente cuidado se deshizo al golpearle la cara. Se cubrió la mejilla con la mano, mientras la sangre le resbalaba desde la comisura de sus labios, donde sus propios dientes le habían hecho un corte. -Me golpeaste... por esa perra, ;por ella?... -lo miraba incrédula, con los ojos abiertos por la sorpresa y la rabia-, después de todo lo que he hecho por ti... después de todo lo que hemos pasado juntos... ---- -Celeste, te lo advierto -la voz de Marcos era baja, pero infinitamente más aterradora que su grito anterior-. Ella es la mujer con la que me un en la ceremonia de apareamiento. Es mi Luna, sin importar lo que haya pasado entre nosotros. Su pecho subia y bajaba con una furia apenas contenida. -Algo grave le ha pasado... así que más te vale cuidar lo que dices. Los ojos de Marcos estaban inyectados en sangre, completamente desquiciados. Su lobo se agitaba bajo la superfície, mientras sus ojos dorados destellaron en su rostro humano. Por un instante, parecía que iba a transformarse y destrozarla en ese mismo momento. Celeste estaba demasiado aterrada para hablar, cubriéndose la boca con ambas manos. Nunca lo habia visto así, ni siquiera en las guerras de manada. -Nicolás... Ilévame... por favor, te lo ruego, Ilévame a verla.. -Su voz se rompió por completo, convirtiéndose en una súplica desesperada, ignorando a Celeste por completo, como si n siquiera existiera. Nicolás lo ayudó a Ilegar al coche, casi cargando con su peso mientras avanzaban por el pasillo, -Alfa, quizá deberíamos Ilamar primero al centro de curación, -iNo! jconduce! jMás rápido! Recorrieron el territorio a toda velocidad, Marcos agarrando la manija de la puerta con tanta fuerza que sus nudillos se le pusieron ---- blancos. Cada semáforo en rojo se sentía etemo. En la morgue del centro de curación, el sanador jefe los esperaba con rostro sombrio. -Alfa... su pareja pudo haber sobrevivido... -El curandero hablaba con pesar, con la voz Ilena de confusión-.Cuando el coche se incendió, ella cerró las puertas desde dentro. Tenía una expresión terriblemente tranquila. Rompimos las ventanas tratando de entrar, pero nos cortó las manos con un cuchillo que debia tener escondido. Nos clavó la mirada y negó con la cabeza, como si nos pidiera que no la salváramos. »Cuando las Ilamas la envolvieron, ya no pudimos acercarnos.. Marcos se agarraba la cabeza con ambas manos, con todo su cuerpo temblando. No podía asimilar lo que estaba escuchando. -Es mentira... Su voz apenas era un susurro. -iJa, ja, ja, ja! La carcajada que estalló fue descontrolada, al borde de la locura. -iSofía fue quemada cuando era nifia! jLe tenía temor al fuego! | Cuando cremaron a su madre, ni siquiera pudo mirar! jSe quedó Ilorando fuera de la funeraria! ;Tendría pesadillas durante semanas después de ver un incendio en las notícias! jincluso si hubiera querido morir, nunca hubiera elegido esta manera! iNunca! Nicolás, estás bromeando, ;verdad? De repente lo miró con desesperación, con ojos suplicantes. ---- -Esto es una especie de prueba, ;verdad? Dime que está escondida en algún lugar, esperando ver si cómo me derrumbo... Pero la expresión devastada de Nicolás lo dijo todo. Tambaleándose sobre sus piernas débiles, Marcos se acercó al cuerpo. El olor a came quemada le revolvió el estómago, pero se obligó a mirar. Y, al ver la pulsera de gemas finas en la mufieca del cadáver, se quedó allí inmóvil, como si el mundo hubiera dejado de girar.