Captulo 33 Mateo emergi de la ducha enfundado en un pijama de seda negra. Su cabello corto an goteaba, y ese ambiente fresco posterior al bao le otorgaba un aspecto ms juvenil y seductor que su habitual imagen de ejecutivo formal.Valentina no pudo evitar mirarlo repetidamente era innegable que era un hombre tremendamente atractivo.En ese preciso instante, el telfono de Mateo interrumpi el silencio.Seor, la doctora Milagro ha confirmado la reunin para maana en el hospital -informFernando.w..La ltima vez desapareci sin ms, como si fuera un fantasma -respondi Mateo con su caracterstico rostro impasible-. Maana finalmente sabremos quin es realmente.Un escalofro recorri la espalda de Valentina. Era evidente que Mateo no haba olvidado la ocasin anterior cuando la doctor lo dej esperando, y esta vez no estaba dispuesto a tolerar ms misterios quera un encuentro directo.-No vas a ducharte? -le lanz una mirada a Valentina.-Ya voyrespondi ella, dirigindose rpidamente al cuarto de bao.Mientras se secaba el cabello con una toalla, Mateo comenz a revisar unos documentos, pero pronto escuch: 1-Mateo? Mateo! -lo llam con una voz increblemente suave.Era un tono dulce y delicado, completamente diferente a su habitual tono mordaz y agresivo.-Qu pasa? se acerc a la puerta.La puerta se entreabri revelando sus ojos brillantes y parte de su rostro sonrojado por el.e. vapor.-Me prestas una camisa?-No hay un pijama preparado para ti?-S, pero le mostr un neglig negro de encaje-. A menos que quieras que use esto. aMateo suspir. Seguramente idea de Dolores, intentando agregar romance a su matrimonio.Le arroj una camisa blanca a la cara: -No tienes el cuerpo para eso, mejor evita el ridculo.Ella se quit la camisa del rostro y le lanz el neglig: -Si tan buen cuerpo tienes, pntelo t! aLa puerta se cerr de un portazo.Mateo, que haba estado irritado, no pudo evitar sonreir. Examin el neglig con sus encajes y listones la anciana realmente se haba esmerado. Lo tir a la basura y volvi a sus documentos.Cuando Valentina sali, l levant la mirada. Su camisa blanca resaltaba su figura delicada, movindose suavemente con cada paso, insinuando sus curvas una mezcla de inocencia y sensualidad. La camisa apenas cubra sus rodillas, revelando sus piernas perfectas.Mateo admiti para s mismo que haba bromeado antes tanto su rostro como su figura eran excepcionales.w.n.Sin dirigirle la palabra, ella se sent frente al tocador. Con el cabello ya seco, comenz su rutina de cuidado facial, aplicando diferentes cremas y productos que la dejaron envuelta en una delicada fragancia.w..