Captulo 44 -Por qu me ignoras? -sonaba como si intentara contentarla.Cuando un hombre de la posicin y poder de Mateo se rebajaba a mimar a una mujer, era fcil confundir sus acciones con amor verdadero y caer en la trampa. Pero Valentina tena clara una cosa: ese amor profundo de Mateo nunca sera para ella. Todo se lo haba entregado a Luciana...-Sueltame! -insisti, bajando la mirada.-Ests enfadada? (2-Qu derecho tengo yo a enfadarme?-Te lastim la cintura cuando te empuj?-No -neg ella.La mano de Mateo se pos suavemente en su cintura: -Fue aqu?S, era all. Al baarse haba visto el moretn prpura que tardara das en desaparecer. Ahora l sostena el rea lastimada con su mano clida, pero Valentina rechazaba ese contacto. No quera sus migajas de afecto despus de lastimarla. Prefera su crueldad constante la herida sanara con o sin su preocupacin..v.-No es ah. Seor Figueroa, sulteme! -intent apartar sus dedos.Era la primera vez que Mateo la vea enojada. Haba visto el enojo de otras mujeres, como Luciana que haca berrinches hasta que la mimara. Pero Valentina guardaba silencio como un gato callejero, tan dcil que daban ganas de llevrsela a casa. -Si no me dices, tendr que ver por m mismo -murmur, llevando sus dedos al borde de lacamisa.-Qu haces?! No llevo pantalones, pervertido! -chill ella sujetando la tela..m.oMateo suspir. No se haba dado cuenta. Solo quera ver su herida, pero al levantar la camisa not la situacin. Ella sobre sus piernas, sus muslos plidos contra su pantaln negro una imagen demasiado sugerente.w.w.No fue intencional -se defendi, siendo la primera vez que lo llamaban pervertido.-Las excusas son para encubrir! Lo hiciste a propsito!El telfono interrumpi la discusin. En la pantalla apareci el nombre: Luciana.Sin duda lo estaba esperando en el hospital.C
