---- Capítulo 9 Todo detalle de nuestra nueva casa fue disefniado según mis gustos, incluyendo un espacio especial para los animales. Pablo puso todo su corazón en ello. Bruno a menudo me relata las peripecias de Altarreal, lo que siempre me provoca risas. -La última vez, Laura irrumpió como si nada en tu fiesta de compromiso a mitad de su actuación, y ahora la gente en el círculo social la desprecia, casi no tiene actuaciones. -PDLos padres de Laura, al ver que ella y Pablo no podían casarse, la animaron a salir con Tomás. Pero cuando los padres de Tomás supieron que tú eres la sefiorita de la familia Cisneros y que ella había arruinado tu relación con Tomás, la regaharon diciendo que nunca la aceptarían como nuera. La madrastra de Laura, al enterarse de todo, dejó de financiarla y le cortó las tarjetas bancarias. Hace unos días, incluso me pidió dinero prestado. - Tomás ya no le presta atención alguna, y ella pasa los días quejándose con sus amigos de su supuesta inocencia, pero todos se lo toman a broma. ---- Tomás transfirió su afecto hacia mí, apareciendo con frecuencia en la puerta de mi casa con flores y regalos, lo cual era molesto. Tncluso fue a Puertomira, consiguió una piedra similar y la montó en un anillo que ostentosamente trajo a mi casa, enviándome un mensaje: [Este es un anillo único para ti, por favor, sé mi novia mi princesa. ] Estaba tan harta de él que finalmente Pablo tuvo que presionar a sus padres para que Tomás cesara sus acciones. El día que fuimos a registrar nuestro matrimonio, justo al Ilegar a la puerta de la Oficina del registro civil, Laura nos bloqueó el paso. Vestida como la inocente flor que no era, con un aire lastimero dijo: - Pablo, no dejes que María te engafie, ella en realidad ama a Tomás y siempre ha querido volver con él. Ten cuidado de no ser traicionado. Pablo ni siquiera la miró y, respondiendo con firmeza: - -No tengo amigos maliciosos como tú, ya te dije que si sigues difundiendo rumores, tu familia no podrá ---- establecerse en Riberasol, mejor vete a esperar. Laura palideció y, con lágrimas en los ojos, me miró con rencor: - María, no eres mejor que yo en nada, y sin embargo, me has robado a mis hombres una y otra vez. iCuál es tu secreto, eres buena en la cama o qué? Incrédula ante su estúpida vulgaridad, respondí: - iEstás loca? Todo el día pensando en hombres. Ahora que te dejé a Tomás, esta miserable basura, manéjala bien Justo cuando Laura iba a confrontarme, Tomás la detuvo con rabia, tratando de explicarme: - No escuches a Laura, el bebé que espera no es mío. -No es tuyo, áde quién entonces? Piensa en la fecha, el día que me propusiste matrimonio, pobre de mi bebé, su padre no lo quiere. Esa conversación fue más repugnante de lo que imaginé. Tomás empujó a Laura al suelo, casi Ilorando: ---- - -Por favor, no te cases con Pablo, dámelo otra oportunidad. Fuimos tan felices juntos, podemos serlo para siempre. Respiré hondo, conteniendo por unos minutos mi ira: - Tomás, desde que me amenazaste con mis animales adoptados, sabía que no había esperanza. No eres el dueno del mundo, por lo tanto, no puedes hacer lo que quieras. No me sigas más, o tu familia González podría terminar en bancarrota. Tomás y Laura fueron retenidos en ese momento por los guardias de seguridad, y Pablo y yo conseguimos registrar nuestro matrimonio sin más interrupciones, convirtiéndonos oficialmente en esposos. Nuestra boda fue espléndida, con la élite de Riberasol presente. Amigos de Altarreal también asistieron, asombrados por mi transformación. -iMi amiga resultó ser una rica heredera! -Sefniora López, jquiero seguir tus pasos! - Haber hecho conexión con una gran familia de Riberasol, ha sido magnifico. ---- Por supuesto, mis amigos estaban encantados de hablar sobre la situación actual de Laura: -Laura se hizo una prueba de ADN, la cual confirmó que Tomás es el padre del nifio; él lo aceptó, pero solo se registraron, no hubo boda. Después del matrimonio, Tomás siempre vive enfiestado y Lauraa menudo pelea con él. En una pelea, ella abortó por la agitación. Luego se divorciaron. Tomé todo como una broma, y me reí al olvidarlo. En la boda, Pablo me levantó con solemnidad el velo y depositó un beso en mis labios, prometiendo: -Siempre te amaré.