Capítulo 16: La respuesta de Belinda fue una suave burla, su expresión teñida de sarcasmo. Las palabras de Kylee le parecieron poco sinceras a Belinda, casi hasta el punto de hacerla sentir enferma. «Si no hay nada más, me iré ahora». Sin esperar respuesta, Belinda se dio la vuelta rápidamente para irse. «¡Mira eso! ¡Así es como actúa tu hija!», exclamó Baker enfadada. «Lo siento, Baker. Prometo hablar con Belinda. Más tarde le dará las gracias a Kylee», respondió Holley dócilmente, tratando de calmar a Baker. Mientras Belinda se alejaba, pudo oír los gritos de enfado de Baker y las tímidas disculpas de Holley. El desdén en su mirada no hizo más que intensificarse. Una vez que llegó a su coche, aparcado frente a la residencia de la familia Wright, Belinda se reclinó en el asiento del conductor y cerró los ojos, sintiéndose agotada. Una profunda sensación de agobio pesaba sobre su pecho. A pesar de haber anticipado la confrontación, vivirla la había dejado asfixiada e incómoda. Después de calmarse, Belinda sacó su teléfono para enviar un mensaje. Pronto, su teléfono vibró con una respuesta. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios cuando Belinda leyó la respuesta. Dejó el teléfono a un lado y arrancó rápidamente el coche. Por la noche, en el Nostalgia Lounge, un bar popular, la entrada de Belinda no pasó desapercibida. Llevaba un vestido negro ajustado con tirantes finos que resaltaba su elegante cuello, sus delicadas clavículas y su seductora figura. Su cabello color burdeos, peinado en una coleta alta, complementaba su atrevido maquillaje de ojos ahumados y delineador oscuro que acentuaba sus cautivadores ojos. Su presencia atrajo sin esfuerzo la atención de todos en la sala. Desde la cabina SVIP en el segundo piso, Lucas vio inmediatamente a Belinda cuando entró. Su apariencia, que causó un gran revuelo, hizo que le fuera difícil no verla. Los ojos de Lucas se posaron en su vestido corto y ajustado, y frunció ligeramente el ceño. ¿Podría esta mujer vestirse de forma más provocativa? «Lucas, ¿has pasado tú y Belinda por el proceso de divorcio?». La repentina pregunta de Ryan interrumpió los pensamientos de Lucas. Al escuchar las palabras de Ryan, Verena, que estaba sentada junto a Lucas, se puso tensa, esperando la respuesta de Lucas. Lucas miró hacia otro lado, con voz tranquila. —Mi padre tuvo un ataque de asma después de enterarse de que estamos a punto de divorciarnos. Lo llevaron al hospital. Ryan se burló, con voz llena de desprecio. —Esa mujer vil debe haberle avisado. ¡Lo sabía! Ella nunca quiso el divorcio. Huyó hace tres años, y ahora que ha vuelto, sigue jugando contigo, tratando de retrasar el divorcio. El asco pintaba la expresión de Ryan mientras hablaba de Belinda. Apretó la mandíbula y dijo: «Lucas, te lo juro, mañana me aseguraré de que llegue al juzgado». Lucas le dirigió una breve mirada, con tono desdeñoso. «No te metas en esto. Es un asunto entre ella y yo».
