---- Capitulo 04 Apenas iba a abrir la boca para explicar cuando Catalina empez6 con su berrinche de que queria subir al segundo piso a ver las caricaturas. Samuel dejé el cuchillo y el tenedor rdpidamente, mientras decia -Deja, la subo primero. En cuanto Samuel se fue con Catalina, Lilia se secé las lagrimas y me dedicé una mirada cargada de burla: -Elba, zqué se siente haber sido la pareja falsa por cinco afios? Ah, por cierto, Catalina es mi hija. No lo sabias, verdad? Su figura desaparecié de golpe y en un pestafieo ya estaba enfrente de mi, -El acta de union de Samuel y mia es la real. Si tuvieras un poco de vergiienza, ya te hubieras largado de aqui en lugar de seguir de tercera. Mientras hablaba, agarré el pan de la mesa y me lo metié en la boca ala fuerza. -iTU, maldito gusano asqueroso, solo mereces tragar pan con matalobos! E| matalobos medio amargo me entré en la boca y, un momento después, se me empezé a hinchar la garganta. Cai al suelo, sintiendo que me comenzaba a faltar el aire. Lilia movié las orejas y, de pronto, su mano derecha se convirtié en una garra de lobo, con la cual se rajé el pecho con fuerza. La sangre broté a borbotones de la herida, tifiendo de rojo su blusa blanca. ---- Tras lo cual, comenzé a gritar desesperada: -iElba, no me mates! No debi mudarme a su casa, ya me voy... Por favor, perdéname. ~iLilia! Samuel, pdlido como un papel, bajé del segundo piso de un brinco y cargé a Lilia que se estaba muriendo, mientras me dedicaba una mirada llena de rabia. {Qué te pasa, Elba? ¢Acaso te volviste loca? Lilia te preparé el desayuno y se queds para estar con nuestra hija, cy asi le pagas? Has cruzado un limite. Cuando regresemos, quiero que le pidas perdén a Lilia. Lilia se recargé en los brazos de Samuel, dedicandome una mirada triunfal que pas6 inadvertida para él, quien la acomodé en sus brazos antes de salir, sin mirarme una sola vez, mientras yo me moria lentamente por el dolor que me producia el matalobos Me ardia el estémago y mi lobo aullaba y se retorcia en mi interior. A duras penas aguanté el dolor y caminé lentamente hasta la cémoda de la habitacién, en donde tenia el antidoto, el cual, inmediatamente después de tomarlo, hizo que poco a poco dejara de ahogarme. Con el corazén adormecido y sin ya ni la mas minima pizca de esperanza, miré la foto de boda sobre la moda, la quité del marco, al igual que todas las fotos -grandes y pequefias- que tenia con Samuel en el armario, asi como todas las cosas que Samuel me habia regalado durante aquellos afios: el anillo de pareja, el collar de colmillo de lobo, la bolsa de piel de zorro, la piedra de la luna, las figuras de madera. Y los hice pedazos. ---- Incluso, arranqué y quemé el jardin de rosas que Samuel habia plantado para mi con sus propias manos en el patio trasero. Ya no necesitaba nada de todo eso, ni siquiera a Samuel. «A partir de mafiana, jél ya no va a existir en mi vida» La manada de mi familia se movié a toda velocidad. La gente que mands mi padre por mi Ilegé en la tarde, y ese mismo dia me arreglaron los papeles para salirme de la manada. Me llevaron de la Manada Luna Blanca asi de débil como estaba, sin mirar para atrés. En el hospital de lobos, Samuel estaba sentado junto a la cama de Lilia. Habia estado inquieto toda la noche. Tanto que, a pesar de que Lilia lo habia llamado varias veces, él no le habia prestado ni la mas minima atencién. Samuel, me duele mucho el pecho, pero tampoco le eches la culpa a Elba. Solo esté celosa de que yo esté contigo y con Catalina... Antes de que Lilia terminara de hablar, llamaron a la puerta con urgencia Al abrir, Samuel se encontré con Baldo parado afuera, quien con tono de pénico le dijo -Alfa, Elba ha desaparecido. jLa asociacion de la manada confirmé que esta tarde se salié de la Manada Luna Blanca!