---- Capitulo 08 Los ojos de Lilia ya estaban llenos de pénico, apenas pudo hablar: -Samuel, déjame te explico... A nuestras espaldas, Baldo ya le habia sacado todo al teléfono de Lilia, encontré su conversacién con Elba, y también recuper6 las fotos y videos que habia borrado: -Alfa, Lilia le mand6 un montén de cosas y fotos para provocar a Elba. Aqui también hay un video de seguridad que borré Agarré el teléfono que me pasé Baldo y chequé los chats y los videos. Esas palabras llenas de veneno y presuncién, y las fotos mias conviviendo bien cerquita con Catalina. Cada frase, cada escena era como si me clavaran millones de agujas de plata en los ojos Ese ultimo video del comedor de la casa me dejo helado, como si hubiera caido en un pozo de hielo. iLilia obligé a Elba a comer pan al que a propésito le habia puesto matalobos! Mientras mas veia, mas me entraba el miedo. Se me held el corazon por completo, {Con que ese dia el pan de verdad tenia matalobos que le puso Lilia! Las heridas que tenia Lilia también se las hizo ella misma para echarle la culpa a Elba. Recordé ese dia: no solo no le crei a Elba, sino que queria que le ---- pidiera perdén a Lilia. Para ese entonces, ya estaba envenenada, no? iQué dolor debié sentir! iElba debe odiarme con todas sus fuerzas para haberse ido asi, tan decidida! Rechinando los dientes de puro coraje, levanté a Lilia y la aventé con fuerza contra el suelo. Los azulejos de marmol bajo mis pies se hicieron afiicos, tronando bien feo. -iTe dije que no te metieras con Elba! ¢Y te atreviste a hacer tantas. cochinadas a mis espaldas? jMereces la muerte! Lilia escupié un chorro de sangre. Sin importarle sus heridas, se arrastré para agarrarme del pantalén: -jSamuel! Aunque Catalina no sea tu hija, jsigo siendo tu pareja legal! No puedes tratarme asi... La pateé para quitarmela de encima, mi voz fria como el hielo: -Pronto dejards de serlo. Por todo lo que le hiciste a Elba, vas a pagar caro. iBaldo, llévatela al sotano de la casa y enciérrala! Lilia se veia aterrada, abrazandome la pierna con todas sus fuerzas sin soltarme. -No, Samuel, me equivoqué, iperdéname! Antes querfas un montén a Catalina, perdéname por ella. Lilia habia visto con sus propios ojos cémo una vez castigué en el sdtano de la casa a un hombre lobo que habia hablado mal de Elba. Esos gritos desesperados y ruegos, y la escena cuando lo sacaron ---- con todo el cuerpo quemado por la plata. Por eso tuvo pesadillas varios dias seguidos. La aparté con expresién disgustada, hice sefias para que se la llevaran arrastrando Kitty en la cama del hospital se asust6 mucho, gritando "papa, mami "con el rostro palido. Ni siquiera la miré, le ordené a Baldo que llamara a la gente del orfanato para que se la llevaran. Después, también hice que Baldo distribuyera avisos de busqueda en todas las tribus, buscando el paradero de Echo.