La Madre Renegada y el Nuevo Comienzo
Soy la verdadera heredera quien estaban buscando para casarse en lugar de la falsa. Por eso la noche en que me comprometí con Andrés Castro, él me besó y me prometió: —Verónica Álvarez, dame un hijo y te daré un hogar. Fue por esa precisa promesa, arriesgué mi vida para dar a luz a su primogénito, Mateo. Soñaba con tener un hogar propio de verdad y ser feliz con una bonita familia. Hasta que años después, se le dio por aparecer a la supuesta falsa hija tomando de la mano a mi Mateito mientras él niño le decía: —¡Qué bonito sería si tú señorita Camila fueses mi mamá! —Si ya dejo ser el hijo de la amargada de mi mamá, ¿vendrías tú a ser mi mami entonces? La impostora solo se reía, mientras que Andrés los miraba con ternura desde un lado, como si ellos fueran una verdadera familia.