---- Capítulo 5 Andrew recorrió todo el hospital, pero no encontró ni rastro de mí. Luego, manejó como loco hasta nuestra casa para seguir buscándome. Pero en casa, por supuesto, ya no quedaba nada mío. Desesperado, me llamó, me mandó mensajes... pero ya lo había bloqueado y eliminado de mi vida. Con rabia, rompió el acuerdo de divorcio que le dejé y ni siquierale prestó atención a las llamadas y mensajes de Shaina. -Malaya, no importa dónde te escondas, jte voy a encontrar, malagradecida! Finalmente, 1legué a un lugar donde el sol siempre brilla. Cada día tomaba el sol, sentía la brisa en mi pelo, y caminaba libre entre la gente. Después de unos días de descanso, fui a una clínica local a hacerme un chequeo completo. Dentro de mí... ya no había útero. El médico notó que me sentía mal y trató de consolarme. Yo solo sonreí y le dije que estaba bien. ---- Pero, icómo no iba a doler? Esperé tanto a ese hijo que nunca llegó. Cuando era pequefia, nunca fui querida en casa. Siempre traté de entender por qué mis padres no me amaban. Y justo cuando estaba en esa confusión, apareció Andrew. Él me dio todo su amor. Me ensefió lo que era ser feliz, lo que era ser amada. Esa infancia me ensefió que no todos los padres quieren a sus hijos, pero también fue Andrew el que me hizo sofiar con tener una familia propia. Sofiaba con tener un hijo con él, un hogar. Pero después de casarnos, ese hijo nunca Ilegaba. Andrew me decía que me relajara, que no lo presionara. Pero yo no me rendía. Probé todos los métodos posibles, pero nada funcionaba. Y justo cuando ya había perdido toda esperanza, medio afio después... ese hijo 1legó a mi vientre como una sorpresa. Abhora, al recordar la expresión de sorpresa de Andrew al ---- enterarse, no puedo evitar que me duela el corazón. Ese hijo... probablemente solo lo quise yo desde el principio. Jamás imaginé que Andrew me arrebataría el derecho a ser madre. Por suerte, mi hijo no nació en un hogar donde su propio padre lo odiara. No quería que mi hijo viviera lo mismo que yo viví de nifia. Ahora solo quiero, en este nuevo lugar, aprender a quererme a mí misma. Los paisajes en Australia son preciosos, cálidos y acogedores. Pensé que podría pasar mis días en paz... pero para mi sorpresa, Andrew apareció frente a mí.