---- Capítulo 7 Antes de que pudiera terminar, la madre de Ariana ya no aguantó más. Se largó a Ilorar desconsoladamente. Sebastián se desesperó completamente y casi se desploma. De pronto recordó haber visto a Ariana en el salón de asuntos de la manada. Ella había dicho que estaba resolviendo unos trámites por su madre... Entonces, desde ese momento ya había estado planeando abandonarlo definitivamente. Esa verdad cruel lo golpeó de lIleno y destruyó toda su seguridad, esa ilusión de que controlaba la situación. Pero Sebastián se negaba a creerlo. Un solo pensamiento lo atormentaba. jNo, Ariana no podía irse así de fácil! jsu venganza aún no había terminado! jNi siquiera había comenzado a castigarla como correspondía! jNo lo iba a permitir! jDe ninguna manera iba a dejar que Ariana desapareciera de su vida! Sebastián apretó los pufios hasta que las ufias se le enterraron en las palmas y empezó a sangrar. No podía apartar los ojos de las notícias del accidente que pasaban en el celular de la madre de Ariana. ---- -Tía, yo la voy a encontrar -le dijo con una voz que sonaba firme, pero que temblaba apenas. La madre de Ariana lo miró dudando, con los ojos 1Ilenos de confusión. - Sebastián, éno es que... siempre Ariana te caía mal? é No la odiabas un poquito? -La ceremonia de apareamiento es importante. Ya llegaste hasta acá, no dejes que esto arruine tus asuntos importantes con la sefiorita Elena. A Ariana... yo me encargo de buscarla... Dicho esto, trató de apartarlo para irse tambaleando hacia la salida. Sebastián la agarró enseguida, conlos ojos rojos de desesperación: - aAntes de que se fuera Ariana, épasó algo raro? é Cuándo se fue? i Te dejó... algún recado? --Creo que... hace dos días. La noche que te fuiste de la casa con la sefiorita Elena. Dijo que quería salir un rato, que ya no aguantaba más estar acá en la casa. -En ese momento no le pregunté mucho. Pensé que estaba... media enojada. Creí que tenía miedo... miedo de que tá y los ancianos la fueran a regafiar por haberle contestado feo a la sefiorita Elena. Nunca se me ocurri nunca pensé que hoy iba a pasar esto... ---- La madre de Ariana se largó a llorar otra vez de puro arrepentimiento. Antes de que Sebastián pudiera decir algo más, la mujer sacó temblando una bolsita chiquita tejida a mano. Tenía adentro unas hierbas para dormir tranquilo. - Tú le diste esto a Ariana, éno? Dijiste que la iba a ayudar a calmarse cuando se ponía nerviosa. Perdón, como ella no está aquí, yo... se lo voy a guardar. Debe ser un remedio muy valioso de la manada. Si Ariana supiera lo mucho que te preocupas por ella, estaría súper feliz. -Anda... prepárate para la ceremonia. No hagas esperar ala sefiorita Elena. - "Te voy a ser sincera, Sebastián. Al principio me daba un miedo terrible que te la agarraras con Ariana por mi culpa, que la trataras mal. Ella... se quedó sin papá de chiquita, y es tan cerrada, se guarda todo para adentro. Después, cuando te vi cuidándola tan bien, por fin me tranquilicé un poco. Sé que ella... sentía algo especial por ti, no como con las demás personas. Confiaba enti, Sebastián. Eres un buen Alfa, un buen hermano mayor. - Si Ariana realmente nos puede ver desde donde esté, y ve que te casas con la sefiorita Elena, seguro... seguro va a estar feliz por ti... ---- Cada palabra llena de dolor de la madre de Ariana destrozó a Sebastián y acabó de volverlo loco. éBuen Alfa? éBuen hermano mayor? éDe verdad se merecía que le dijeran eso? Si realmente hubiera sido "bueno"', fAriana habría elegido irse de una manera tan trágica? iHabría tomado esa decisión final precisamente el día de su ceremonia de apareamiento más importante? Si desde el principio no se hubiera dejado cegar por el odio, si no hubiera armado ese maldito plan de venganza, festaría Ariana ahí a su lado en este momento, como siempre, observándolo en silencio con esa mirada transparente, deseándole sinceramente toda la felicidad del mundo? Mil pensamientos le pasaron por la mente y sentía que seleiba a explotar la cabeza. Pero lamentablemente, en la vida real no sirve de nada lamentarse por lo que pudo haber sido. Elena apareció de nuevo. Se había puesto un vestido de Luna precioso, con una sonrisa educada y su olor de Omega bien controlado, apurándolo para que empezara la ceremonia de apareamiento ya mismo. Sebastián ni la miró. Se fue derecho a la plataforma, ---- enfrentando a todos los importantes de la manada que habían venido a presenciar el evento, y a todos los miembros que estaban ansiosos por verlo unirse con Elena. Su voz se alzó firme y clara en todo el lugar de la ceremonia, con total determinación. - PDisculpen, pero se cancela la ceremonia de apareamiento de hoy. Tengo algo urgente que atender. - Disculpenlas molestias por haberlos hecho venir para nada. En cuanto terminó de hablar, Elena, que estaba toda arreglada abajo, palideció completamente. Subió corriendo a la plataforma y lo agarró del brazo, desesperada. -iSebastián! jáQué carajo estás diciendo?! jéTe volviste loco?! -iLa ceremonia está toda lista! jEstán todos los invitados! jA dónde te piensas ir?! - REs esa putita de Ariana! jáéQué más mentiras te dijo?! já Con qué trucos te engafió esta vez?! -iéPor qué no entiendes?! jElla es tu enemiga! jLa hija de una cualquiera! jáVas a arruinar una ceremonia ---- sagrada de apareamiento entre Alfas y Omegas de sangre pura por una beta cualquiera, una bastarda?! - Elena gritó como una histérica, y su aroma de Omega se descompuso de puro nerviosismo. El rostro de Sebastián se ensombreció. Se apartó bruscamente de su agarre con tal fuerza que Elena retrocedió tambaleándose. -iElena, que sea la última vez que te lo digo! járiana es mi beta! jCierra la boca! -Su voz era helada, y Elena sintió todo el peso de su dominancia como Alfa. -iMientras no aparezca Ariana, no habrá ceremonia! j Reza para que esté bien! jPorque si le pasa algo, te juro que me las vas a pagar! Se dio vuelta y se fue del quilombo de ceremonia sin mirar para atrás ni una vez. Los gritos furiosos de su padre y las preguntas de los ancianos resonaban uno tras otro a sus espaldas. Pero los ignoró completamente, sin responder a ninguna de sus interrogantes. Justo cuando se subía a su auto, Marcos llegó corriendo, agitado, y se le plantó enfrente. -iSebastián! jéQué mierda estás haciendo?! ---- -iLlevas seis afios planeando esta ceremonia de éY ahora la cancelas así nomás?! jáóCómo apareamiento! le va a explicar tu padre esto a la manada? jéY qué pasa con la sefiorita Elena? jéQué van a pensar los ancianos que están de tu lado?! -iQue se las arreglen como puedan! jÉ] fue quien me obligó a hacer esta ceremonia! jáhora que resuelva el problema! -le gritó Sebastián, fuera de sí, con una mirada enloquecida- . jNo me la creo! jNo creo que Ariana se haya ido así nomás! jSe está vengando de mí! j Me tendió una trampa! -IiEsté viva o... o muerta! jLa voy a encontrar! jLa voy a traer de vuelta a mi territorio! jNo se me va a escapar! Al escuchar sus propias palabras, hasta el mismo Sebastián se quedó atónito.
