---- Capitulo 2 La Manada Colmillo de Nieve vivia en un momento de gloria tras incorporar a su dominio varias manadas menores de la regién, fortaleciendo asi su poder e influencia. En aquel entonces, mi union con Ryan aun no se habia oficializado mediante la sagrada Ceremonia Lunar, el ritual que sellaba el vinculo eterno entre parejas. "Con razén tiene migrafias', escuché una voz venenosa a mis espaldas. "El Principe Ryan no ha parado de proclamar en cada medio de comunicacién que rompe su compromiso con la Manada Colmillo de Nieve. iYa van tres dias!" Cuando Annie, mi fiel doncella, quiso salir en mi defensa, la contuve. Este asunto iba mucho més alld de un simple compromiso roto. Todo comenzo hace unos dias. Ryan, mientras recorria los nuevos territorios fronterizos, cay6 en una emboscada tendida por unas manadas enemigas. Malherido, se precipité por un acantilado, siendo rescatado por una misteriosa loba que habitaba en las profundidades del bosque. Era una loba de belleza delicada que, en su desesperacién por salvarle la vida, recurrié a una hierba prohibida. El precio que ella pagé por curarlo fue su propia voz. Ryan, cautivado por tal sacrificio, la llevé consigo al castillo real. A partir de ese momento, proclamé ante todos que solo ella seria su esposa. Llegé incluso a prometer que esta loba muda y sin un linaje conocido se convertiria en Luna, la soberana suprema de todos los lobos. ---- "jSolo estan diciendo tonterias, Su Alteza! Usted y el Principe Ryan crecieron juntos, y después de todos estos afios..." Negué suavemente con la cabeza, interrumpiendo el intento de Annie por consolarme. Sabia exactamente lo que iba a decir. + Hace tres dias, desperté en el palacio de la Manada Colmillo de Nieve. Tres dias fueron suficientes para desentrafiar la verdad de mi vida. "gu Alteza", susurré Annie repentinamente emocionada, 'el Principe Ryan esta aqui." Me di la vuelta y vi a Ryan entrando al salon del banquete. Vestia una tunica negra de batalla, con sus hombros cubiertos por una capa bordada en plata que simbolizaba el honor del reino de los lobos. Rodeado por su séquito de guerreros, se movia con la autoridad y presencia de un lider. Los murmullos en la sala se apagaron al instante. Ryan y yo habiamos crecido juntos, y nuestro vinculo se habia forjado desde nifios. Nuestro compromiso habia sido arreglado desde temprano por los ancianos de nuestras dos manadas en un pacto destinado a solidificar la alianza entre ellas. Cuando éramos jévenes, si alguien se atrevia a decir una sola palabra negativa sobre mi, Ryan era el primero en defenderme. Y cuando él se metia en problemas y enfrentaba el castigo de los, ancianos, yo siempre intercedia por é| Hasta ahora, nadie en ninguna de las manadas habia dudado que yo era el verdadero amor de Ryan y la futura Luna. Pero hoy, en mi ceremonia de mayoria de edad, trajo a otra mujer. ---- Era Saya Esa joven loba que habia salvado su vida vestia un costoso vestido. A pesar de su elegante atuendo y su apariencia cuidadosamente arreglada, parecia un pequefio animal asustadizo que se habia extraviado en un palacio de depredadores. Se aferraba con fuerza al brazo de Ryan, aparentemente incapaz de mantenerse en pie sin su apoyo. Ryan se inclind, susurrandole algo al oido, con sus ojos llenos de ternura. La mirada de Saya se desvié hacia mi, y el panico cruzé su rostro. Entonces, dio un paso adelante. De repente, cayé de rodillas frente a mi