---- Capítulo 4 Un escalofrio me brotó desde lo más profundo del corazón, carcomiéndome poco a poco. Todo mi cuerpo temblaba sin control. iEra realmente esto obra de la Diosa Luna? No importaba cómo preparara el elixir, quien lo bebiera siempre terminaba sometiéndose a Valeria. iAcaso mi destino como Alejandra era ser falsamente acusada de ladrona y arrojada a un pozo de plata? Aunque todo había cambiado respecto a mi vida anterior... no lograba escapar de ese mismo final. GEn qué momento me había desviado? Pensé hasta que la cabeza me dolió, pero aún así no encontraba la respuesta. Justo entonces, alguien llamó a la puerta. Aturdida, fui a abrirla. Allí estaba Valeria, de pie bajo la luz del sol. Vestía un traje de combate hecho a medida para la selección de Gamma. ---- Yen su cuello... colgaba un amuleto protector idéntico al que yo siempre llevaba conmigo. Valeria me sonrió: - Ale, mafiana es el día de la selección Gamma. iYa terminaste de preparar tu elixir? Me quedé pálida al ver su amuleto, incapaz de pronunciar palabra. Como no respondí, tomó mi mano y comenzó a charlar animadamente de varios temas. Finalmente, su mirada se deslizó más allá de mí, hacia el interior de la casa, donde había dejado el elixir. Su sonrisa se profundizó. - Ale, espero ver cómo brillas mahana con tu elixir. Aunque su rostro mostraba dulzura, sus ojos brillaban con mali. Seguramente ya se imaginaba la humillación que me esperaba. La observé friamente mientras se marchaba tarareando una canción ancestral de lobos con una melodía extrafia. ---- En ese momento, un grupo de chicas jóvenes de la manada pasó por allí y saludó a Valeria. -PValeria, escuché que tiraste el elixir de velocidad que habías preparado. éAun así vas a participar mafiana? Valeria me lanzó una mirada significativa antes de volver a adoptar su imagen inocente. -iClaro! Esta vez preparé un nuevo elixir, usando el método más antiguo: mezclar docenas de hierbas distintas y destilar solo lo más esencial. Con cada palabra que pronunciaba, mi rostro se volvía más pálido. Estaba describiendo exactamente el elixir que yo había elaborado. Si lo presentaba mafiana, sin duda me volverían a acusar de haberle robado el elixir. Pero si no lo Ilevaba... ;(cómo podría preparar uno nuevo en tan solo un día? Me quedé paralizada, con el corazón ahogado en desesperación. ---- Las chicas rodearon a Valeria, admirando su confianza. - iEso suena increíble! -Exclamó una. -Usar métodos ancestrales... qué valiente eres. -TFue arriesgado. - Admitió Valeria con falsa modestia, girando el amuleto que colgaba de su cuello. - Pero a veces, lo antiguo es lo más poderoso. - Aunque soy mediocre, seguro perderé mahana contra Ale... pero solo quiero aprender de su experiencia. -Afiadió dulcemente. - -Por cierto, Ale, ya te conté cómo hice mi elixir... pero no te he preguntado: équé tipo de elixir preparaste tú esta vez? Al caer sus palabras, varias miradas curiosas se clavaron en mí. Me quedé ahí, pasmada, temblando de pies a cabeza. Aunque había hecho todo diferente a mi vida pasada, todo parecía conducirme al mismo abismo. Un destino del que no podía escapar. Por más que me esforzara, el final no cambiaba. ---- Al ver que no respondía, las chicas se miraron entre sí, algo confundidas. -PValeria, estás revelando tantos detalles... ino temes que alguien copie tu método y prepare el mismo elixir? Valeria sonrió con dulzura: - -Solo se lo conté a Ale. Ella es tan talentosa... ;(cómo copiaría algo de alguien tan insignificante como yo? - Además, Ale es la mejor alquimista de la manada. Incluso un elixir que prepare sin esfuerzo sería mejor que uno mío, por más que yo me esmere. No dije nada. El ambiente se volvió tenso. El grupo intercambió miradas incómodas, tratando de aliviar la situación. -iYa basta de preguntar! Ale es increíble, seguro que el elixir que presentará mafiana será algo único. No tenemos derecho a verlo antes. - SÍí, sí, mejor sigamos nuestro camino. Mientras se marchaban, Valeria me saludó con la mano: ---- -Hasta mafiana, Ale. La sonrisa en su rostro era pura, pero su voz rebosaba veneno. Cerré la puerta de un golpe. Mi rostro estaba lívido. Fui directo al frasco del elixir recién preparado y vertí en él todo el polvo de plata que me quedaba. El líquido comenzó a hervir, arruinándose por completo. Una extrafia sensación de venganza me llenó el pecho. Valeria debía de estar sintiéndose miserable en ese momento. Quería ver con qué elixir se presentaría ella ahora. Sabía que debía tener algún método para enterarse de todo mi proceso de elaboración. Y debía estar sufriendo al saber que lo destruí. Me obligué a calmarme, me cambié de ropa y me dirigí a casa de Ricardo. En el patio ya se había reunido un grupo de personas, conversando en voz baja. ---- Ricardo fumaba tranquilamente y, al verme, me sonrió con alegría: - Alejandra, épor qué no estás en casa preparando tu elixir para la selección de mafiana? é Qué te trae por aqui? Sentí un ardor en los ojos. Qué maravilloso habría sido si ese carifio paternal fuera real. Había sido huérfana desde pequeãa y siemprelo vi como a un abuelo. Llevaba con devoción el amuleto que él mismo me había hecho. Pero hoy descubrí que Valeria Ilevaba un amuleto idéntico. Después de dos vidas... ese fue el detalle que pasé por alto. Nuestra manada descendía de licántropos y brujas antiguas. Los antepasados de Ricardo venían de un poderoso linaje de hechiceros. Siempre poseyó magia secreta que los demás desconocían. Si él había manipulado ambos amuletos... todo tenía sentido. ---- -Ricardo, ya no voy a preparar ningún elixir. Iré al bosque a entrenar mis habilidades de combate. La gente alrededor murmuró sorprendida. Nadie entendía por qué yo, la candidata más prometedora a Gamma, estaba renunciando. Sin esperar su respuesta, me di la vuelta, me transformé en loba y salí corriendo hacia el bosque. Los demás pensaron que había perdido la razón. iCómo podía dejar la alquimia justo en el momento más crucial para irme a luchar al bosque? Sí, entrenar con lobos renegados aumentaba la fuerza ... pero jamás tan rápido como con un elixir. Y sin embargo, dentro de mí florecía una satisfacción silenciosa. ;Cómo me acusaría Valeria de robarle esta vez? Mientras corría, sentía la euforia de Luna mezclarse con la mía. Por primera vez desde que regresé a la vida, estábamos perfectamente sincronizadas. ---- Nuestras patas golpeaban el suelo con una armoníia absoluta. - -No se lo esperan. - Pensó Luna, su voz mental más fuerte que nunca. - -No, no se lo esperan. -Le respondí. El bosque nos recibió con sus aromas familiares: pino, musgo, podredumbre... y rastros lejanos de otros depredadores. Pero ya no sentía miedo. No esta vez. Esta vez no seguiría sus reglas. Esta vez, trazaría mi propio camino.
