---- adorado como una princesa, de repente se enamoro de otra persona. Blanca miré a Eiden, que estaba al margen, y le dijo razonablemente: -Eiden, gpor qué no aplazamos la boda hasta que Cris me haya aceptado? Eiden fruncié ligeramente el cefio: -ZCémo no vamos a celebrar una boda solo porque ella estd enojada? Blanca se compadecié: -Pero es tu hermana y quiero su aceptacién. Eiden reflexioné y miré a Cristina. Su tono era un poco frio: -Cristina, ;jcomportate! No le hagas pasar un mal rato a tu cufiada. Cristina aparté la mirada: -No lo hice. Cristina miré la expresién ligeramente castigadora de su rostro y al instante sintié ganas de llorar. Cuando Eiden atin la mimaba, casi siempre era él quien era inseparable a ella Cuando, delante de otros, ella se separaba un poco de Eiden, este la arrastraba hacia su lado con cara de descontento. Cuando ella se iba al campo a hacer fotos, él la acompafiaba. Cuando fue a Africa a fotografiar la migracién de los animales, él la acompaiid. Fue él quien dijo que no importaba cuando ni dénde, él siempre estaria detrds de ella, y que si Cristina se daba la vuelta, seguro que lo veria Cristina respiré hondo y exhalé lentamente: -Lo siento, he sido yo la que no ha captado bien la situacién y he hecho que la cufiada lo ---- malinterpretara, en el futuro tendré cuidado con mis palabras y acciones y no lo volveré a pasar. Eiden asintis levemente: -Es bueno que sepas que te equivocas. Ella asinté: -Sigan mirando los vestidos de novia, no me siento bien, asi que les dejo. Las lagrimas fluyeron incontrolablemente mientras se daba la vuelta para salir de la tienda de novias. Cristina se limpié con el dorso antes de sacar su celular y reservar su vuelo. En dos semanas, ella estard en este vuelo, y se ira para siempre. Dejando atras a Eiden.