Mala hija
Cuando mi madre por fin encontró a su hija perdida, esta estaba de rodillas vendiendo zapatos. La conocí, dicen que es el verdadero amor de mi prometido. Ella siempre había sido farsante y había intentado todo para que me echaran de casa, considerando que ocupaba su lugar, y estaba encantada de tratar con ella. Sin embrago, me dijo mi prometido, «no es necesario», entonces perdí todo el interés en enredar con ella. Al final, decidí dejar a mi novio y a mi familia, para ir en busca de mis propios padres.