---- Capítulo 5 -éla víctima es Daniela Ramos, tu esposa? Fernando al fin descubriria mi muerte. Sentía cierta expectativa. AAl escucharlo, Fernando soltó una risa sarcástica, con la ira reflejándose nuevamente en sus ojos. -Daniela, qué gracioso que ahora te dediques a hacer Ilamadas de estafa. Mientras me quede algo de paciencia, iregresa y discúlpate con Milena! iNo me obligues a divorciarme de ti! Furioso, Fernando arrojó el teléfono al suelo y lo pisoteó hasta hacerlo pedazos. En ese momento Milena empezó a quejarse: Mi amor... me duele el vientre.. Yo observaba con una sonrisa burlona desde un costado. Milena había usado mi prueba de embarazo, la embarazada era yo, no ella. iPor qué fingia dolor? Solo intentaba ganar tiempo para que Fernando no supiera la verdad, ahora que sabía de mi muerte. -iRápido, Ilama al doctor Morales, el bebé... el bebé...! iDoctor Morales? Ah sí, el amante que Milena frecuentaba desde que regresó al país. Fue porque los descubrí saliendo juntos que ella planeó meticulosamente echarme la culpa por el baão de agua fria, para expulsarme de la familia los Ruiz. Ahora que la policia estaba involucrada, Fernando eventualmente se enteraría, así que ella había iniciado su segundo plan: victimizarse. Cuando Fernando salió cargando a Milena por la puerta principal, se ---- encontraron rodeados de periodistas y policías, Fernando se quedó paralizado. Aunque sospechaba que todo era parte de mi plan, sabía que yo, una heredera en bancarrota, no podria movilizar tantos recursos. é Qué... qué está pasando aqui? Sus brazos se aflojaron y Milena casi cae al suelo. Al ver que la situación se ponía tensa, ella saltó y gritó: -iEstoy embarazada! jNecesito ver al doctor Morales! jQuiero que él me atienda! Fernando pareció no escucharla. Se acercó paso a paso hacia la multitud, con los ojos inyectados en sangre: -éQué. Le. Pasó. A. Ella? Al ver su reacción, los presentes notaron que realmente parecía no estar enterado, así que guardaron sus armas y los Ilevaron a la comisaria. En la morgue, volví a ver mi cuerpo destrozado. O mejor dicho, mis restos. Por el largo tiempo congelada, mis huesos se habian calcificado severamente. Cuando la empleada de limpieza me sacó, mi cuerpo chocó repetidamente contra el interior del congelador, mis brazos y piernas se rompieron en varios pedazos. Como el congelador se había desconectado, el hielo que me cubria se derritió y los trozos de carne empezaron a desprender un olor nauseabundo. Me habían intentado reconstruir vagamente con forma humana sobre la mesa, pero parecia carne de cerdo en mal estado. ---- Fernando, como si hubiera perdido el olfato, miraba todo con incredulidad. Se abalanzó sobre mi cadáver, sollozando: -iCómo puede ser? ;Por qué está aqui? ;Por qué está muerta? -Ella... ella es tan inteligente, iseguro habría escapado! jEsta no es ella! iMe están engafiando! De repente, Fernando enloqueció y empujó violentamente el cuerpo de la mesa: -iEsto es falso! iDaniela debe estar tramando algo! Sin esperar a sus asistentes, gritó hacia atrás: -;Búsquenla! Encuentren a Daniela! jComo sea! Me sentí impotente, mi cadáver estaba justo frente a él. El personal apartó a Fernando y se apresuró a recoger mis restos esparcidos para volverlos a colocar en la mesa AApenas habían logrado darme forma humana y ahora volvia a ser trozos de carne. Me dio lástima por mí misma.