---- Capítulo 9 Quise explicarlo, quise decirle que no era el modo de conservación, sino el de congelación. Milena había cambiado el modo secretamente. Pero hasta que se fue, no pude articular una sola palabra completa. Hacía demasiado frio, mi boca estaba llena y no podía decir nada. Me causaba gracia ver a Fernando tan perturbado. Fernando, te devolví mi vida, u qué más quieres? Fernando recibió dos correos. Uno era el análisis de la prueba de embarazo que envió, mostrando mi ADN. Fernando sonrió amargamente y tomó el segundo informe. Recordé, era la investigación que solicité cuando Milena apareció en nuestras vidas. Quién diría que el informe Ilegaría después de mi muerte. Detallaba la relación entre Milena y el doctor Morales, su plan para estafar a Fernando. También mencionaba el embarazo falso de Milena y cómo el doctor Morales falsificó documentos para encubrirla. Fernando estudió ambos informes por un largo rato, sus dedos finalmente se posaron sobre la prueba de embarazo. -Daniela, gcreíste que no merecia ser el padre del bebé y por eso te lo llevaste? Asentí pensativa. Sí, incluso si hubiera sobrevivido, habría abortado. Fernando ya no merecia ser padre, ni tampoco merecia mi amor. Aprendí esta lección con mi vida, terminando con diez afios de culpa. Me sentía liberada. ---- Pensando así, hasta el dolor parecía disminuir. Inconscientemente toqué mi vientre, donde alguna vez hubo una vida. Pero en algún momento, se habia convertido en sangre, desvaneciéndose conmigo en ese congelador. De repente, Fernando tomó una USB y se dirigió a la policia para entregarse. Arrojó la memoria sobre la mesa y extendió sus manos, esperando el castigo. Los presentes observaron el video de vigilancia con expresiones sombrias. Fernando miró el contenido con ojos inyectados en sangre, pero gradualmente notó algo extrao. -Programé ocho grados de conservación, ;por qué murió? El informe forense dice que al día siguiente. Retrocedieron el video hasta el momento en que Milena me hablaba. Ampliaron la esquina inferior derecha, donde se veía su mano ajustando secretamente el modo del congelador. Fernando, como enloquecido, reproducia la escena una y otra vez. Al momento de mi muerte, el congelador mostraba claramente el modo de congelación. Fernando habló con voz entrecortada, sus ojos inyectados en sangre: -gEstán diciendo que Daniela luchó por más de treinta horas en un espacio a diez grados bajo cero? Los presentes, conmovidos hasta las lágrimas, comentaron: -Una persona normal no resiste más de diez horas en temperaturas bajo cero. Ella luchó por más de treinta horas antes de morir, icuántas ganas tenía de vivir! ---- Sí, queria vivir desesperadamente. Mi abuela me esperaba, no podía morir así. Era mi último familiar en este mundo. Una joven se secó las lágrimas: -;Cuánto debió amarte para resistir tanto tiempo! Pero tú... Fernando, ahora esposado, sonrió. Murmuró: -Ella... vme amaba? Alguna vez, debió amarme mucho. Pareció recordar a mi abuela, comprendiendo que mi desesperación por vivir y soportar la humillación en la família los Ruiz era todo por ella. Miró a la joven y suplicó: -; Podría dejar toda mi herencia a su abuela? Es lo último que puedo hacer por ella. Los bienes, valorados en cientos de millones, fueron transferidos ese mismo día a nombre de mi abuela. Pero, 4de qué servia? Sin mí, equién cuidaria de mi abuela? ; Qué razones tendría ella para seguir en este mundo? Una compensación tardía no sirve para nada.