---- Minutos después, recibi un mensaje de texto de su parte. "Valeria, lo siento, Sé que no tengo derecho a contactarte. Solo queria que supieras que finalmente entiendo lo que perdi y no te molestaré més." Observé el mensaje por un largo rato, luego lo borré inmediatamente, no queria més enredos. Pero Mateo, que habia estado observando por encima de mi hombro, fruncid el cefio profundamente. -No se va a rendir -dijo en voz baja-. Los hombres desesperados como él, no aceptan la derrota. Mateo se equivocd sobre la persistencia de Diego, pero tenia razon sobre su desesperaci6n. Después supe que el lobo de Diego habia intentado suicidarse ese mismo dfa. El dolor y la vergiienza habian llevado a su lobo a la locura, intentando saltar desde el techo de la casa de la manada. Aunque fue rescatado, el trauma psicolégico lo dejé destrozado; desarrollo ansiedad severa y depresién. En su peor momento, no podfa salir de su habitacién o atender sus necesidades basicas Mientras tanto, otro de los amores de la infancia de Ivy enfrenté su propio ajuste de cuentas. Después de que su aventura con Ivy fue expuesta, su manada lo desterré dejandolo en desgracia. Su compafiera, humillada mas alla de lo soportable, lo dejé y se llevé a sus hijos. Perdié todo de la noche a la mafiana, cayendo en el estatus de lobo solitario sin lugar a donde ir. La vergiienza y la rabia lo consumieron, por lo que llegé a odiar a Ivy con una intensidad asesina. La rastred y la atacé en medio de una ---- furia ciega. Cuando la encontraron, Ivy ya estaba tendida en un charco de sangre, apenas aferrandose a la vida Su titero habia sido brutalmente dafiado, y perdié el nifio en su vientre. Ivy sobrevivié, pero habia perdido permanentemente su capacidad de tener hijos. La ironia no se me escapé: la mujer que habia usado su embarazo como un arma, nunca més podria tener hijos. Después de leer el reporte de noticias, miré significativamente a Mateo, que estaba bebiendo su café matutino en nuestra mesa de cocina. -{Ves eso? -pregunté, levantando mi teléfono-. Esto es lo que pasa cuando engafias. Los ojos de Mateo se abrieron con panico mientras procesaba mis palabras. -iPfft! Escupié su café por la impresién, limpidndose frenéticamente la boca con su servilleta. -iTU eres mi tinica! -declaré desesperadamente-. Nunca podria.. nunca seria capaz No pude evitar reirme de su expresién de panico -Lo sé ~dije gentilmente, extendiendo la mano para limpiar el café en su barbilla-. Solo estaba bromeando. Mateo agarré mi mano y la presioné contra su pecho, donde su ---- corazon estaba acelerado. =Ni siquiera bromees sobre eso -dijo seriamente-. La idea de perderte... me destruiria Miré sus ojos sinceros y senti mi corazén calentarse. Asi se veia el amor: no la obsesi6n posesiva de Diego, sino la devocién de Mateo, mezclada con una vulnerabilidad juguetona Finalmente, era libre de ser feliz.