---- Sin embargo, él retrocedis. -iNo la toques! -Se interpuso frente a Raquel, tambaledndose. Cada movimiento le causaba un evidente dolor, pero se mantenia firme-. ;Déjala en paz! Mi coraz6n se rompié en mil pedazos al verlo luchar por mantenerse de pie, protegiéndola a ella mientras su cuerpo apenas aguantaba. Los monitores comenzaron a pitar de manera mas aguda -Oscar, por favor. Me acerqué de nuevo-. Necesitas recostarte. Vas a empeorar tu lesi6n.. El se aparté de mi mano, como si le quemara. -iNo! -Oscar... -Mi voz se quebré-. Soy tu madre. Tu verdadera madre. La que te llevé en su vientre nueve meses. La que casi muere para traerte a este mundo. El ritmo de los monitores se volvié erratico conforme su coraz6n se aceleraba. -{Recuerdas cuando eras pequefio? -continué, sintiendo las lagrimas quemandome los ojos-. Lo emocionado que estabas por ensefiarme tu primer colmillo de lobo. No podias esperar a que llegara a casa. Me recibiste saltando en la puerta... -Basta -susurré Oscar. Pero yo ya no podia detenerme. -¢Recuerdas cémo trepabas a mi regazo después de tus pesadillas? ¢Cémo solamente tomabas la sopa que yo te preparaba cuando estabas enfermo? -Mi voz se quebraba cada vez mas-. ---- Sabes cudntas noches me quedé despierta vigilandote mientras dormias, cuando estabas enfermo? ,Cudntas veces deseé poder tomar tu dolor para que tu no sufrieras? -iYa basta! -grité, con su voz temblando-. jBasta ya! jRaquel es quien siempre esté conmigo ahora! (Ella va a mis eventos escolares! Ella me ayuda con la tarea! jElla...! -iPorque yo se lo permiti! exclamé, antes de girarme hacia Diego, furiosa-. {Cémo te atreves ahora a fingir ser justo? ;Td fomentaste todo esto! ;Tu permitiste que otra mujer se hiciera pasar por la madre de nuestro hijo! Diego dio un paso al frente, su rostro oscuro de rabia -Oscar, disctlpate con tu madre ahora mismo. Este comportamiento es inaceptable. -jNo seas hipécrita! -Escupi las palabras como veneno-. jLo sé todo! jEncontré las fotos tuyas con Raquel! jLas cartas de amor! j Incluso sé sobre la bufanda de seda, el regalo gratuito de las bolsas que mi hijo compré para tu exnovia con mi dinero! Senti que todo empezaba a darme vueltas. Manchas negras bailaban en los extremos de mi vista, y lo Ultimo que alcancé a oir fue el pitido desesperado de los monitores y varias voces llamandome antes de que todo se volviera negro. Cuando recobré el conocimiento, lo primero que vi fue el techo blanco e impecable del centro de sanacién. Me incorporé lentamente, y fue entonces cuando me di cuenta de que Diego estaba junto a mi, y que en la cama de hospital justo a mi lado descansaba Oscar. Sobre la mesita entre nuestras camas reposaba un documento, el acuerdo de separacién de parejas que Natén habia preparado para mi.
