---- en gastos. Pasé pagina tras pagina de transacciones -Nunca me quejé de estos gastos. Lo hice por amor. Pero no pienso quedarme de brazos cruzados mientras me difaman como una madre negligente y aprovechada. El anciano Zarco miré a Diego. -Sr. Valdés, zniega usted estos registros? Diego parecia un animal acorralado ~Yo... No, pero Olivia acepté ayudarme con el negocio. Sabia que tardaria en ser rentable. Cinco afios no es tardar -le repliqué con frialdad~. Es un fracaso. De repente, Raquel se levanté de su asiento. -jTodo esto esta manipulado! Oscar necesitaba a una madre presente. {Olivia siempre estaba trabajando! -Trabajaba, si. -le respondi con serenidad- Pero era para pagar todo lo que disfrutaron ellos dos. Oscar permanecia sentado, con los ojos muy abiertos, presenciando cémo los adultos discutian por él El anciano Zarco levant6 la mano, pidiendo silencio. -Hemos visto suficiente. El Consejo deliberara y emitira su veredicto. No tardaron mucho. En cuestién de horas, el Consejo de la Manada publicé una declaracién oficial, junto con todos los videos y documentos financieros. La opinién publica cambié de inmediato. ---- Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo hacia mi y de repudio contra Diego y Raquel. Mi teléfono no dejaba de sonar. Compafieros de trabajo, pacientes y miembros de la manada me pedian disculpas por haber creido en las mentiras. Esa misma noche, recibi la llamada de un socio comercial de Diego. -Dra. Valdés, queremos disculparnos. Hemos rescindido nuestro contrato con la empresa farmacéutica de Diego de manera inmediata. Y no fue la tinica llamada. Para el final del dia, la mayoria de los clientes que yo misma le habia recomendado, habian cortado lazos con su empresa. El negocio de Diego, ya tambaleante, colapsé de la noche a la mafiana. Estaba revisando expedientes médicos en mi casa cuando mi sistema de seguridad me alert de alguien en la entrada. En el monitor vi a Diego, arrodillado bajo la lluvia, con un ramo de flores, en las manos. -iOlivia! -gritaba una y otra vez, casi sin voz-. {Por favor, te lo suplico! Lo observé durante varios minutos. La Iluvia lo habia empapado por completo, y el barro le cubria las rodillas. Parte de mi queria dejarlo ahi toda la noche. Pero no soy tan cruel como él, asi que presioné el botén del intercomunicador. -La puerta se abrird durante treinta segundos. No me hagas arrepentirme. ---- La reja se abrié y Diego se puso en pie de inmediato, corriendo hacia la casa. Cuando abri la puerta, estaba empapado, temblando, con un aspecto lamentable, muy lejos del hombre seguro que alguna vez me traicioné. -Entra -le dije friamente-. Estés todo empapando. Ya en la sala, me entreg6 el ramo. Eran flores de luna, mis favoritas. Eran flores muy caras, y que nunca antes me habia regalado. -Olivia, por favor -comenzé con la voz entrecortada-. He cometido errores imperdonables. Tomé las flores sin ninguna expresién en mi rostro y caminé hasta la cocina. Diego me siguid, mirando cémo directamente tiraba el ramo al basurero. {Qué quieres, Diego? -le pregunté sin emocién. Sus ojos se llenaron de lagrimas. -Te amo, Olivia. Siempre te he amado. Raquel... Raquel fue un error. {Un error que duré tantos afios? -arqueé una ceja "La sacaré de nuestras vidas -me prometié desesperado-. Aun podemos ser una familia. Seguiremos siendo tu, yo y Oscar.
