---- Capítulo 7 El miedo me invadió hasta hacerme romper en llanto. Corrí tras ellos y agarré el brazo de mi hermano. -iNo usé plata para lastimarla! jHermano! jTienes que creerme! -iAléjate de mi! - grufió- . jEstá embarazada, é entiendes?! jPodrías haberlos matado a ambos! jDebí haberte dejado en ese centro de rehabilitación para siempre! Cielo, ícómo terminé con una hermanatan malvada como tú? jOjalá te mueras! Me soltó bruscamente, y, como siempre, se alejó sin mirar atrás. Mi rostro palpitaba de dolor, pero una frase seguía resonando en mi mente: «Ojalá te mueras». Esas palabras se fundieron con los interminables días y noches en el centro de rehabilitación, cuando la muerte era más atractiva que seguir viviendo. - Hermano, no sabes las veces en las que he pensado en morir... Me subí la manga, revelando un laberinto de cicatrices, ---- evidencia del abuso que había sufrido en el centro. Parada junto a la ventana donde habían arrojado el collar, Ilamé a mi hermano por teléfono. - Hermano, si muriera, fentonces me creerías? No la lastimé, aunque ella tomó el collar que mamá me dejó. -iPues muérete! -rugió con voz furiosa al otro lado de lalínea. Dejé caer el teléfono, aceptando mi destino con una sonrisa resignada. Luego recogí la daga de plata del suelo y la apunté... hacia mi corazón.