---- Capítulo 1 Morí en el sótano por falta de oxígeno. Cuando desperté nuevamente, encontré que mi alma aparecia junto a mis tres hermanos. Habían regresado a su hacienda. Mi hermano mayor, César Jiménez, y mi segundo hermano, Vicente, sostenían a su hermanastra Leticia Silva. Le hablaban con mucho cariÃo: -iAlabado sea Dios! Esta vez fuimos al hospital a tiempo, así que pudiste recuperarte más rápido. Mi tercer hermano, Alonso Jiménez, dijo con mucha preocupación: -EI médico dijo que aún estás débil, necesitas comer. Y diciendo esto, le sirvió su buen pedazo de carne a su hermanastra, Leticia. La criada, incapaz de contenerse, intervino: -Sefiores, la sefiorita ha estado en el sótano sin ningún ruido durante tres días. Mi hermano mayor, César, dijo con un resoplido y le interrumpió: - Hoy es un buen día para que Leticia salga del hospital, por qué hablas entonces de esa desgraciada? La criada queria continuar, pero fue interrumpida por las miradas gélidas de los dos. ---- -Seguro que esta mocosa sabia lo de la alergia a mariscos, por eso preparó esos mariscos a propósito. -iFui bastante ingenuo al pensar que empezaria a aceptar a Leticia, resulta que ya lo tenía planeado! Leticia mostró intencionalmente una expresión de miedo y temblando dijo: -iNo se enojará Flora por mi culpa, al haber estado castigada y sola en el sótano tantos días? Mi hermano mayor, César, con una cara indiferente, dijo: -Leticia, no tengas miedo, es que nosotros la hemos consentido demasiado, nunca le dimos una lección. -Con esta lección, seguro que no se atreverá a seguir acosándote. Mientras hablaba, sacó su celular de manera instintiva y empezó a refrescar las conversaciones que tenía conmigo, pero todos los registros eran de hace tres días. En tres días, no le envié ni un mensaje, ni hice una Ilamada, la mirada de César se volvió aún más furiosa. -iHan pasado tantos días y esa mocosa ní siquiera se preocupa por enviar un mensaje a Letícia! En ese momento, Leticia tomó la mano del hermano mayor César, y con un tono de voz quejumbroso, dijo: -Mejor no hagamos suposiciones de Flora, solo quiero su compatiia, no queria robarle nada. César rápidamente dejó su celular a un lado y acaríció con ternura la cabecita de Leticia, diciendo: ---- -Leticia, eres demasiado bondadosa, no como ella, que es una verdadera ingrata. Mi segundo hermano, Vicente, Ilenó su cara de frialdad al recordarme: -Es cierto, .cómo se atreve a hacer daõio a su família solo por competir por afecto? jEs simplemente malvada! Mi tercer hermano asintió con mucha firmeza y dijo con desdén: -Si no conoce su error y no se arrodilla para disculparse con Leticia en estos tres dias, jla echaré de la casa! Escuchando las palabras de mis hermanos a un lado, todo me parecia ridículo. Sin embargo, todos los movimientos de mi alma eran completamente invisibles para los demás. Desde que mis padres fallecieron, mis tres hermanos pusieron toda su atención en mí. Un dia, quise tener una compaiia de mi misma edad, así que mis tres hermanos decidieron adoptar a mi hermanastra Leticia en el orfanato. Le abri mi corazón a Leticia, pero me difamó una y otra vez frente a mis hermanos, haciendo que se distanciaran de mí cada día más. Incluso esta vez , mis hermanos me encerraron directamente en un pequeão sótano. Luché con todas mis fuerzas, pero solo sentí que el aire dentro del sótano se volvia cada vez más escaso. Golpeando la puerta, rogaba constantemente que me dejaran salir. ---- Pero mis hermanos solo mostraban indiferencia, reprendiéndome: -No te quejes. Esto es solo culpa tuya, si no fuera por ti, Leticia no estaría tan mal -Creo que hemos sido demasiado buenos contigo, por eso siempre has estado acosando y abusando de Leticia. Quédate mejor ahí dentro. Fue entonces cuando mi segundo hermano se encargó de enredar las cadenas, mientras que mi tercer hermano obstruyó la puerta con objetos pesados, eliminando cualquier posibilidad de poder sobrevivir. Abhora, al ver a Leticia sonriendo falsamente a mis hermanos, una vez más me jacté con desilusión y burla. -iMis hermanos, ustedes mismo acabaron con quien más los amaba!
