---- Capítulo 4 -Jorge, espero que nunca más vuelvas a aparecer en mi vida. Cuando Mariana terminó de hablar con una sonrisa y se perdió entre la multitud, Jorge se quedó paralizado, incapaz de reaccionar. Por un instante, sintió un pánico inexplicable, como si estuviera a punto de perder lo más importante para él Como aquel día en que Mariana firmó con calma los papeles del divorcio, provocándole una inquietud interna. No hubo gritos ni escenas; parecía que ella ya habia anticipado todo el desenlace. Sin embargo, apenas unas semanas antes, Mariana habia armado un escándalo porque él olvidó su cumpleaãos, incluso Ilegó a abofetearlo, É había pensado que al proponer un divorcio falso, ella reaccionaria como loca, y ya estaba preparado para enfrentarlo. Pero no fue así. Tomó el bolígrafo con una expresión tan serena como un estanque sin viento. En ese momento, consideró detenerla, pero finalmente no hizo nada. Pensó que no importaba, que Mariana lo amaba profundamente, que solo era un divorcio fingido y que después la compensaria por todo. Pero Emilia era diferente. Ella no podía sufrir ningún dafio por su culpa. Si no hubiera sido por el padre de Emilia, quien vio su talento y arriesgó su posición con los accionistas para invertir en su proyecto, guiándolo hasta ---- convertirse en uno de los nuevos ricos de Montealegre... Él no tendría el éxito de hoy. Ni sería digno de Emilia En su lecho de muerte, el padre de Emilia le pidió que cuidara de ella y le asegurara una vida tranquila. No quería convertirse en un traidor sin principios. Carlos le habia preguntado una vez: "Si un día Emilia y Mariana cayeran por un precipicio, za quién salvarías?" Entonces é! se rió, pensando que la pregunta era ridícula. Salvaría a Emilia, pero moriría junto a Mariana. Carlos también se rió, pero luego preguntó: ";Y si Mariana no quisiera morir?" "Jorge, no puedes aprovecharte del amor de Mariana para hacerla sufrir constantemente. Si ella no siente tu amor, también se desesperará." Ese día no le dio importancia. Nunca tomó en serio esas palabras. No esperaba que al final se cumplieran. Por la noche, Jorge regresó a la mansión. Desde que se casaron, Mariana había vivido siempre en aquella villa a media ladera, Era una pintora extraordinaria. A los diez aíios ya habia sido proclamada como una prodigio por un paisaje de trascendental belleza. Todos creían que su talento para el dibujo del natural la ---- convertiría en una figura destacada en el campo, y así fue. Pero después del matrimonio, el estilo de Mariana cambió, perdiendo su esencia anterior. Su maestro intentó guiarla, pero sin éxito. Finalmente, Mariana abandonó la pintura, resistiéndose incluso a tomar los pinceles. Jorge entró en el estudio de Mariana. Cuando vio el paisaje en el caballete, se quedó atónito. Con unas pocas pinceladas había creado algo vibrante y Ileno de vida. Xiomara, el ama de llaves, vio que la luz del estudio estaba encendida y al encontrar a Jorge allí, se sorprendió: -Sefor. Jorge levantó la mirada: -eCuándo pintó esto la sefiora? Xiomara respondió: -EI día que usted regresó con la sefiorita Quiroz. Jorge asintió, intentó sonreir, pero no pudo. Después de salir del estudio, volvió a la habitación que compartia con Mariana. Aunque se habia repetido innumerables veces que su divorcio era solo una farsa, que cuando pasara la tormenta le propondria matrimonio nuevamente y le compensaría con una boda espléndida... Por alguna razón, sentía un vacío en el corazón. Consideraba que las palabras de Mariana ese día eran solo ---- desahogos producto del enojo. Su hogar con Mariana estaba en Montealegre, ;cómo no iba a regresar? "*Toc, toc..." De repente, alguien Ilamó a la puerta del dormitorio principal. Jorge levantó la cabeza desde el pie de la cama. Era Emilia. Vestia ropa ligera, sus mejillas ligeramente sonrojadas, mientras permanecia en el umbral mirándolo en silencio. - Qué haces aqui?
