---- Capitulo 10 Confiaba en él. Un joven alfa que, a pesar de no ser buen escalador, arriesgé su vida en varias ocasiones para trepar las cumbres nevadas por mi, con el Unico objetivo de recoger la Flor de Sombra Lunar, que solo florece una vez cada siglo. Utilizaba los pétalos de esas flores para dejarlos en remojo en aguas termales y curar mis heridas, diciendo que era un regalo protector para mi. El se habia ganado por completo mi confianza Sabfa que era de la Manada Piedra Negra, una familia de alfas poderosos. Pero no sabia cudn profundamente arraigado estaba el poder de su familia, ni cudn inquebrantable era la voluntad de su madre. Hasta que un dia, mientras cazaba sola, fui llevada por varios guerreros de élite de Piedra Negra a una cueva fuertemente custodiada. En su interior estaba sentada una loba mayor imponente: la madre de Lucas, la ex Luna de la Manada Piedra Negra. Tras exponer sus intenciones, hizo una sefia a sus subordinados para que me empujaran hacia una pila de pieles preciosas y hierbas raras Senti tanta vergiienza que ni siquiera tuve el valor de alzar la vista, pero no acepté aquellas cosas. Sacudi suavemente la cabeza ---- Escuché un suspiro apenas burlén proveniente de su garganta: -La lobita tiene bastante apetito. Luego, esas pieles y hierbas se convirtieron en una oferta verbal de territorio compartido: si me alejaba de Lucas, la Manada Piedra Negra no invadiria el territorio de la Manada Sombra Lunar durante tres afios. Su tono era suave, incluso "amable", pero cargado de una presién incuestionable: -Si no es suficiente, puedo agregar mas. Para nosotros los Piedra Negra, esto no es mas que el botin de unas cuantas cacerias. -Pero debes romper con mi hijo y salir de su vida para siempre. El tiene una compaiiera designada por la manada, con un linaje mucho més apropiado. {Acaso no te lo dijo? -Una vez que alcance la mayoria de edad, se aparearan. Esa compafiera puede brindar a la Manada Piedra Negra una alianza con al menos tres manadas vasallas. Tu qué tienes? En ese momento, todo lo que sabia, todo mi orgullo, se desmorond. Ni hablar de esas tres manadas vasallas; los tres afios de paz que ella prometia ya eran un tesoro para la débil Manada Sombra Lunar. Y la madre de mi pareja, la madre de Lucas, estaba usando eso para deshacerse de la "lobita inadecuada" de su hijo. Ni siquiera los guerreros més fieros de mi manada podfan mantener el territorio sin ayuda, y yo no era mas que una loba joven, sin demostrar atin mi verdadero valor. Cada condicion que ella nombraba caia sobre mi como una roca Me sentia como una cria que sofiaba con volar entre dguilas. ---- Ya no se trataba de si nos amabamos o no. Era que, simplemente, yo no estaba a su altura. Lo arrastraria conmigo, incluso provocaria una guerra entre nuestras manadas. Ely yo perteneciamos a mundos distintos, separados por un abismo imposible de cruzar. Una loba debe saber cual es su lugar. Hui con vergiienza, aceptando todas sus condiciones. Ni siquiera me atrevi a reclamar aquel "acuerdo de paz", porque eso implicaria traicionar a Lucas, y la humillacién ya me habia destrozado. Tiempo después, Lucas no se apareé con aquella supuesta " compafiera adecuada'. Por alguna raz6n, su madre lo envid a las tierras heladas del norte bajo el pretexto de entrenamiento. Y usé sus conexiones para impedir que cualquier manada le enviara noticias mias. Estuvo ausente durante seis largos ajios. Y durante ese tiempo, aprendi desesperadamente a cazar, a luchar, a dominar el conocimiento ancestral y la herbolaria de mi manada. No podia permitirme ni un segundo de descanso, porque me sentia inferior hasta los huesos. Era una simple loba de la Manada Sombra Lunar que os6 amar con locura al heredero de Piedra Negra, destinado a reinar. Intenté, intenté, intenté... convertirme en algo mas que una loba débil y manipulable.