---- Capítulo 1 Bajo la mirada compasiva del médico, eché la cabeza hacia atrás y me tragué un analgésico de alta potencia. A partir de ese momento, mi vida entró en su cuenta regresiva de tres días. Al salir del consultorio me dirigí a la habitación de Emma. El cuarto irradiaba calidez y silencio, mientras mis padres la rodeaban, pendientes de cada una de sus necesidades. -Emma, prueba el pastel que hizo mamá. -"Toma más jugo, las vitaminas te harán bien. Apenas crucé el umbral, el ambiente se congeló. -éQué haces aquíi? -íéYa no te alcanza con fingir, así que vienes de nuevo a molestar a Emma? ---- -Jazmín, no vamos a permitir que la maltrates otra vez. Mamá se plantó frente a mí con un tono glacial; papá dio un paso y se colocó frente a Emma, como un escudo. - No podemos creer que hayamos criado a una persona tan egoísta como tú. De haberlo sabido, nunca te habríamos traído al mundo. Sonreí con amargura. Antes discutía, gritaba, desenmascaraba a Emma, pero de nada servía. Solo conseguía más favoritismos y reproches. Por eso, ahora que estoy por morir, pelear ya no tiene sentido. -Tlgual, qué oportuno que Ilegues ahora -grufió papá -, tengo algo que decirte. - Permíteme hablar primero -lo interrumpí con una sonrisa-. Emma ha querido desde siempre la empresa, las patentes, los bocetos... Así que... ahora son suyos. Al escuchar mis palabras, mis padres se quedaron pasmados, incapaces de creerlo. -éDe verdad aceptas? - éNo será otra de tus tretas contra Emma? Bajé la mirada y esbocé otra sonrisa. - Antes me presionaban y me decían egoísta por ---- negarme; ahora que acepto, étambién está mal? Mamá por fin mostró una mueca satisfecha. -FEso sí es ser una buena hermana. Emma era mejor disefiadora que tú desde la escuela -afiadió - ; cuando salga de aquí Ilevará la empresa a la cima de Norteamérica. Asentí en silencio y le entregué el contrato de cesión. Los ojos de Emma se iluminaron; sonrió de oreja a oreja, firmó de inmediato y aún se dio el lujo de lanzarme una mirada llena de triunfo. En esta familia, por mucho que me esfuerce, siempre seré la perdedora. - /Ven, Jazmín, prueba un pedazo de pastel. Es lo que sobró del que comió Emma. Teníala garganta hecha un nudo, por lo que asentí por puro compromiso. Tal vez solo entregándolo todo lograría que me dirigieran una palabra sin rencor. Apreté los párpados para contener las lágrimas, preguntándome si, cuando sepan que he muerto y descubran todo lo que hizo Emma, seguirán sonriendo. ---- iSentirán, aunque sea, un poco de remordimiento? Con esto en mente, firmé mi alta voluntaria y regresé a casa. David y nuestra hija preparaban chocolates artesanales, mientras que en el horno se doraba un pastel de manzana. Reían tan felices que ni siquiera notaron que entraba. David solo me vio cuando se lavaba las manos, y su sonrisa se desplomó en el acto. -êPor qué no avisaste que venías? Quedé hipnotizada mirando la tarjeta sobre la mesa: cartulina rosa, bordes con brillantina y pequefias estrellas, con dos líneas delicadas que decían: «Para la madrina más hermosa, Emma.» «A nuestra querida Emma, jque siempre seas feliz!» Al pie figuraba la firma de mi hija, y, al lado, un comentario descuidado pero tierno de David: «Tu pastel de manzana está casi listo, no te lo comas antes de tiempo». Ahora que estoy a punto de morir descubro que David ---- sabe cocinar. Durante nuestro matrimonio, me partía el alma trabajando y atendiendo cada detalle de la casa, pero lo único que recibía era desprecio y críticas. Ante esto, en otro tiempo, me habría quebrado, lo habría enfrentado, desatando una pelea. Sin embargo, hoy no dije nada. Solo subí a la habitación y empecé a empacar mi maleta. -Jazmín, necesito hablar contigo... es sobre tu hermana Emma -dijo David, acercándose a mí con paso decidido - . Verás... Emma sigue frágil después de la cirugía. Mis padres consultaron a un tarotista en el pueblo; dice que Emma debe casarse con un hombre para sanar. Como no encuentran un candidato de confianza, quieren que yo me case con ella por ahora. Tal vez así se recupere antes