---- Capítulo 1 Mi esposo decía que me faltaba ternura, y mis padres que era demasiado egoísta y mi hija preferia a mami Viviana. Así que decidí usar mis últimas setenta y dos horas para entregarle mi vida y todo lo que poseo a esa mujer perfecta. Las palabras del médico retumbaban en mi cabeza. -Cáncer terminal, si no recibe tratamiento especializado, le quedan tres días como máximo. Recostada en la cama del hospital, miraba hacia la ventana. Como esposa de Carlos, luché por mantener nuestro matrimonio durante siete aõos, hasta que ella Ilegó. -iCómo te sientes? -La puerta se abrió y entró mi esposo. Su cara reflejaba impaciencia. -Bien --murmuré. Frunció el ceão. -EI médico dice que necesitas ese cupo del tratamiento experimental, pero... -Pero lo necesita más, ;no es así? -completé su frase, mostrando una sonrisa de amargura. Viviana, esa nifia desamparada del orfanato que convencí a mis ---- padres de adoptar cuando tenía doce aíios. La cuidé como a una hermana del alma, nunca imaginé que me quitaria todo. -Mariana, tienes que comprender. -Carlos suavizó el tono-. El estado de Viviana es más crítico. Dice que sus riones están fallando y tú... tú tienes mejor aspecto. Claro que tenía mejor aspecto. Lo que nadie sabía es que, para no alarmarlios, había estado tomando grandes dosis de calmantes, escondiendo el dolor insoportable que me causaba el cáncer. -Lo comprendo -dije con serenidad-. Que ella tome el tratamiento. Él se sintió tranquilo. -Sabia que lo entenderías. Has cambiado mucho en estos afios, ya no eres tan terca como antes. iTerca? Me burlé internamente. Desde que Viviana Ilegó, cada vez que me mantenia firme en algo lo catalogaban como «celos» o « envidia». Esa noche, me las arreglé para regresar a casa. -iMami! -Camila me vio y corrió a refugiarse detrás de Viviana. -Camila. -Logré mostrar una sonrisa. -Mariana, ya Ilegaste -dijo Viviana quien Ilevaba puesto el conjunto de Chanel que le habia obsequiado, ocupando un lugar que antes era míio. -Tengo algo para ti. -Me dirigí al estudio y saqué una carpeta- Estos son los documentos de transferencia de mi galeria, quiero que sea tuya. -iCómo? -Ella se puso de pie, impactada-. jMariana! jEsa galeria es lo que más amas! ---- Exacto, la había creado desde cero; era mi mayor logro. Pero ahora, nada de eso tenía importancia. -Tú la puedes manejar mejor que yo -sonreí. Tómala como un regalo de bodas anticipado. La expresión de Viviana cambió por un instante, pero volvió a un gesto inocente. - Qué estás diciendo? Me acerqué y le susurré: -Sé todo lo que está pasando; no me molesta, los felicito. Carlos apareció y al vernos juntas se puso tenso. - De qué están conversando? -Mariana quiere regalarme la galería. -Viviana tenía los ojos llorosos-. Es un amor. Carlos me miró, con una mezcla de emociones en sus ojos. -Mariana, tú... -Estoy agotada -lo interrumpí-. Voy a subir a descansar. Camila, pórtate bien y obedece a Viviana. -Sí -respondió, luego se dirigió a Viviana-.Mami Viviana, sigamos con el juego. «Mami Viviana». Sentí una punzada en el pecho. De vuelta en la habitación, me apoyé contra la puerta, sin fuerzas. El dolor era insoportable, y los medicamentos estaban acelerando todo el proceso. ---- Empecé a revisar el armario. Esos vestidos de disehador, las joyas, los bolsos; todo sería de ella. -Quedan setenta y dos horas -le dije a mi reflejo pálido en el espejo -. Mariana, en estos últimos tres días, permite que recuerden la mejor versión de ti. Sabia que la verdad saldria a la luz eventualmente. Tenía todo preparado para después de mi muerte. La información que había recopilado revelaría quién era Viviana; sabía que se iban a arrepentir. Para ese entonces, yo ya no estaría. Y esa seria mi venganza.
