Capítulo 1102: ???? ???? ???? ???? ???? La enfermera gritó, alcanzando a Marcus y agarrando su abrigo. Marcus se dio la vuelta rápidamente, sin saber cómo, ya tenía una pistola en la mano y la fría boca del cañón golpeó el cráneo de la enfermera. La enfermera se quedó boquiabierta y no se atrevió a moverse. Marcus bajó la voz, destilando peligroso: «¡No hagas más ruido, te haré un agujero en la cabeza!». Los labios de la enfermera temblaron. Marcus resopló fríamente, guardó la pistola, se dio media vuelta y se marchó. La enfermera se quedó allí de pie durante diez segundos, puso los ojos en blanco, cayó de espaldas y se desmayó. Marcus volvió a la puerta del quirófano, fumando irritado. Estaba claramente preocupado por la salud de Rylee, pero quería permanecer al lado de Caroline. En realidad, Timothy estaba vigilando a su propia mujer, lo que le hacía sentir como si tuviera un nudo en la garganta. Cuanto más pensaba, más se enfadaba. «Señor, aquí no está permitido fumar». Le recordó una enfermera. Él le gritó irritado: «¡Cállese!». La enfermera le sacó la lengua y se alejó a toda prisa. ¿Qué pasaba hoy? Antes, un gran número de personas de los bajos fondos vinieron y directamente convirtieron el hospital en su territorio. Ahora, había otro tipo feroz. Las luces del quirófano se apagaron y la puerta se abrió. Marcus seguía inmerso en sus pensamientos, preocupado por Rylee. Yno se dio cuenta de nada. Los doctores y las enfermeras sacaron a Caroline después de la operación, pero ningún familiar se acercó a preguntar por su estado. Los doctorea y las enfermeras nunca se habían encontrado con una situación así; todos miraron a su alrededor, muy sorprendidos. Delante de la puerta, sólo estaba Marcus, frunciendo el ceño y pensando en algo. Impotente, la enfermera no tuvo más remedio que gritar: «¿Hay algún familiar de Caroline?». Marcus se sobresaltó y se giró para mirar: «Oh, la operación ha terminado». Los doctores y las enfermeras casi se desmayan al oírlo. ¿Este hombre era su familiar? Esta mujer casi se s$icida. ¡Pero resulta que su marido no se preocupaba por ella! La mujer estaba en una cirugía intentado salvar su vida. ¿Aun así ese hombre estaba distraído? Nunca habían visto un marido así… «Ha terminado la operación y ha sido un éxito, luego será trasladada a la unidad de cuidados intensivos. Los miembros de la familia pueden verla en unos momentos». «De acuerdo». Marcus piso la colilla del cigarro y la siguió. La unidad de cuidados intensivos donde estaba Rylee queda en el quinto. Todo el quinto piso estaba tomado por Timothy, y los pasillos estaban llenos de gente de la Sociedad EP Noir. Cada puerta estaba vigilada, a cada hora cambiaban de turno. Caroline estaba en el sexto piso. Si alguien quisiera pasar al quinto piso, no se lo permitirían. Joseph volvió corriendo, miró al cansado Timothy y le susurró: «Señor Wheeler, ¿Por qué no se va a descansar? De todos modos, hay muchas camas, yo vigilaré a Rylee». Timothy miró a Rylee, luego a Joseph, y negó con la cabeza: «No creo en nadie». Joseph volvió a quedarse atónito. ¿Por qué era tan extraño oírlo decir eso? Era como si… ¡Rylee fuera la mujer que ama! Joseph no pudo contenerse, así que no pudo evitar preguntar: «Eso… quiero preguntar, ¿Te gusta Rylee?». Timothy frunció el ceño y no contestó. Joseph no se dio por vencido y quiso seguir preguntando, pero Armand, que había entrado en la habitación, lo levantó por el cuello de la camisa: «¡No te quedes aquí, chico, vete a casa inmediatamente!». «¿Por qué? ¡No quiero irme! ¡Todavía tengo que acompañarla!». Armand no pudo quiso seguir escuchándolo, así que lo agarro con fuerza para sacarlo. Joseph conta su agarre: «¡Señor Wheeler! Ayúdeme, déjeme quedarme, ¿De acuerdo? Si deja que me quede, ¡Lo ayudaré a conseguir el corazón de Rylee!». «Déjalo ir». De repente Timothy los labios y ordenó. Armand se quedó atónito, aun sosteniendo el cuello de Joseph. ¿Lo oyó bien? ¿Cómo pudo cambiar de opinión? Fue él quien le ordenó a Joseph que se marchara hace un momento, diciendo que este chico no hacía nada aquí, solo causaba problemas. ¿Cómo puede revocar sus propias órdenes en un abrir y cerrar de ojos? Podría ser… ¿De verdad creyó en la promesa que le acaba de hacer Joseph? ¿Iba a ayudarlo a conseguir el corazón de Rylee? Joseph se quejó insatisfecho: «¡Déjenme ir! El jefe ha hablado, ¡Déjenme quedarme! ¡Déjenme ir!». Armand soltó a Joseph. Joseph pensaba que debe haber una parte del corazón de Timothy que le guste Rylee, de lo contrario no querría conseguir su corazón. «¡Eh, Señor Wheeler, es usted realmente sabio! ¡Se todo sobre ella! Se lo que le gusta, lo que no, a que le tiene miedo … incluso conozco que tipo de ropa interior usaba cuando era niña ¡No hay nada que no sepa! Por cierto, jefe, tengo una pequeña petición que debe aceptar. Lo ayudare siempre y cuando acceda a aceptarme como su aprendiz; si acepta, estoy dispuesto a ayudarle con cualquier cosa sobre Rylee…». «Odio que otros negocien condiciones conmigo, y odio que me estafen. Armand, llévatelo, haz que se bañe y se ponga ropa limpia. «¿Eh? ¡Yo no apesto! ¡Me he bañado esta noche! ¡De verdad! Es sólo por la lluvia… no me lleven, quiero quedarme con mi amiga…». La voz de Joseph desapareció. Joseph fue arrastrado por Armand. De todos modos, no tenía la capacidad para resistirse. Dejó que Armand lo arrastrara como a un perro muerto. Armand entregó a Joseph a sus subordinados y volvió al lado de Timothy. Timothy se sujetó la barbilla y miró a Rylee que estaba inconsciente. «Jefe, vaya a descansar, yo la vigilaré». «No, puedo hacerlo yo solo». «Pero ha agotado mucha energía interna y necesita cuidarse bien. Se está haciendo tarde y hay una cama a su lado. Será mejor que se vaya a dormir, se sentirá mejor cuando despierte». Timothy suspiró: «¿Cómo voy a dormir? Tengo que esperar a que salga del peligro». Armand sabía que Timothy siempre había tenido sus propias opiniones. Nadie podía hacerlo cambiar de opinión cuando tomaba una decisión, así que suspiró y se retiró. Kenneth se quedó dormido en una habitación cercana hace mucho tiempo. Marcus se acomodó sobre Caroline, vio que seguía durmiendo y salió sin hacer ruido, intentando visitar a Rylee. Sin embargo, intentó pasar varias veces al quinto piso, pero no pudo pasar. ¡Estaba siendo muy bien vigilado por la gente de la Sociedad EP Noir! Marcus se quedó rezagado y pensó: ¿Por qué no ato una cuerda arriba y bajó por el muro? Pero justo cuando asomó la cabeza por la ventana, descubrió el sistema de alerta de alta potencia que acababan de instalar en el muro. ¡Este tipo de sistema sólo está al alcance de los expertos en armas! ¡Timothy es tan meticuloso! ¡Incluso pensó en esto! ¡Todos en la Sociedad EP Noir han sido entrenados por Timothy para convertirse en fuerzas especiales profesionales! Caroline tiene sed. Abrió lentamente los ojos y miró las paredes blancas como la nieve. Después de observarla durante unos minutos, ¡Estaba segura de que se encontraba sola en la habitación! ¡No había nadie a su lado! Inmediatamente, se sintió desolada y empezó a llorar. La enfermera entró para tomarle la temperatura y comprobó que estaba despierta, así que rápidamente le preguntó: «¿Cómo se encuentra? ¿Tienes frío?». Caroline sacudió suavemente la cabeza y preguntó roncamente: «¿Quién me han traído?». Cuando se desperté. ¡Ni siquiera tenía un familiar al lado! ¡Ni siquiera un acompañante! Por los ojos de Caroline se deslizaron algunas lágrimas. En ese momento, sonó la puerta y Marcus la abrió de un empujón entrando. «¡Oh, señor, ha vuelto! ¡Su esposa está despierta! Lo estaba buscando hace un momento». En cuanto la enfermera se dio la vuelta y vio a Marcus, enseguida se alegró. ¡Este título sorprendió a Marcus y a Caroline! Dijo que era su esposa… ¿Se lo dijo Marcus al doctor? Caroline se levantó de repente un poco sorprendida. «¡Caroline, estás despierta! ¡Qué bien! Por fin». Marcus se acercó apresuradamente a la cama, acercó la silla, se sentó junto a la cama y miró a Caroline. «¿Estabas preocupado?». Caroline se giró para mirar a Marcus. Siempre que miraba a Marcus, ¡Su belleza la conmovía! En esta vida, ¡Solo debe estar con él! Marcus asintió: «¡Claro que estaba preocupado! Cuando entré y te vi en un charco de sangre, me asusté completamente. Caroline, ¿Cómo has podido hacer esto? No pensaste en tus padres que te dieron a luz, ni en ti misma. La vida es lo más preciado, ¿Cómo puedes despreciarla así? ¡No puedes volver a hacer esto! ¿Lo sabes, no?». Caroline sonrió amargamente: «La persona a la que amo no me ama, ¿Qué sentido tiene mi vida?». De repente Marcus se quedó estupefacto, bajó los ojos, se miró la mano y dijo en voz baja: «Debes vivir para ti misma, no para otro. Las emociones no son la totalidad de tu vida». «¡Es parte de mí! ¡Es todo mi ser! Sin tu amor, ¡Mi vida sería una pérdida de tiempo!». Gritó Caroline exaltada. La enfermera se sobresaltó y aconsejó: «La paciente no debe exaltase. Aún está en observación. Los familiares no deben provocar demasiado a los pacientes». Marcus miró a la enfermera y asintió: «De acuerdo, ya veo, gracias». La enfermera miró a Caroline, sacudió ligeramente la cabeza y se marchó. Efectivamente, sus colegas estuvieron bastante cerca de adivinar todo, esta mujer se intento s$icidar porque su marido la engañó. Qué lástima. Sólo Marcus y Caroline quedaron en la habitación. A Caroline se le salieron las lágrimas y susurró: «Siempre has sido tan frío conmigo, has ignorado mi existencia y no puedes darme amor a cambio del mío, por eso prefiero morir. Para qué quieres salvarme, prefiero la muerte a este trato». Marcus dejó escapar un largo suspiro, temía que Caroline corriera peligro debido a su agitación emocional, así que tuvo que consolarla temporalmente, le dio unas palmaditas en la espalda y le dijo suavemente: «De acuerdo, ya sé que haremos. Hablaremos en el futuro sobre esto. Por ahora descansa, cierra los ojos y duerme un rato. No llores, justo después de la operación, te sentirás peor después de llorar». «Entonces sécame tú las lágrimas». A Coraline le encanta actuar como una niña mimada. Marcus no estaba muy contento, pero sólo dudó dos segundos, luego sacó un pañuelo y limpió las lágrimas de Caroline.