---- Capítulo6 Después de la muerte de Estrella, Rodrigo no mostró mucha reacción, solo le dijo a la persona que le informó que ya se había enterado. Después de todo, Rodrigo estaba más preocupado por encontrar mi cadáver, pero, aunque lo encontrara, é qué cambiaría eso? Rodrigo revisó todo en la casa hasta que, por fin, dio con el número de Miguel. Cuando lo Ilamó, Rodrigo preguntó con ansiedad. -iDónde anda metida Isabel? Miguel parecía estar mucho más tranquilo. Sin decirle groserías ni cuestionar a Rodrigo, solo le respondió, resignado. -TLa verdad, pensé que nunca volverías a pensar en Isabel, después de todo, estás muy ocupado cuidando a tu supuesto primer amor. Pero, al parecer, la muerte de Isabel aún puede despertar tu conciencia, ino? Pero Rodrigo no escuchó ni una palabra de eso y repitió la pregunta. ---- Miguel solo le respondió. - Si tienes huevos, ven a buscarla tú mismo, pero yo creo que Isabel no quiere verte ni muerta. Y estaba en lo cierto, yo no deseaba ver a Rodrigo. Ese hombre que nunca se preocupó por mi vida ni mucho menos por mi muerte, el que nunca confió en mí, équé necesidad tenía yo de verlo? Si se paraba frente a mi tumba, solo estorbaría mi camino al cielo. La llamada se cortó y Rodrigo colapsó. Arrojó el celular al piso con furia, rompiéndolo. Se agachó, sujetando su cabello y mostrando un dolor inmenso. iSentía culpa? é Quizás arrepentimiento? êO acaso tristeza? De todos modos, nada de eso importaba. Le había dado a Rodrigo muchas oportunidades, creí que me amaba, por eso le di todo de mí, sin reservas. Al final, la vida me hizo darme cuenta de lo mucho que me equivoqué. ---- Lo que pasó me hizo recordar la primera vez que conocí a Rodrigo. Rodrigo y yo estábamos juntos por puro amor. En ese momento, no sabía que él era quien iba a heredar la fortuna de la familia Pérez, y él tampoco sabía que yo era hija adoptiva de la familia Cortés. Pero, no nos conocimos en la época de universidad. En ese tiempo, justo después de graduarme, estaba paseando con una amiga cuando, de repente, tuve que ir al baho, así que entré en un café. La camarera me dijo que solo los clientes podían usar el baõo, así que decidí comprar algo para poder entrar. Había mucha cola, Rodrigo estaba justo al frente. Me miró, sonrió y me dijo: -PLinda, épor qué tan tarde? Ve al bafio primero, yo pago la cuenta. Rodrigo, alto y delgado, lIlevaba un abrigo largo. Se veía muy guapo. Era difícil no sentirse atraída. Sabía que Rodrigo me estaba ayudando, así que asentí y corrí al baho. Cuando salí, Rodrigo seguía allí, con el café que había ---- pedido. Le agradecí y le di el dinero, pero Rodrigo no aceptó, en cambio, sacó su celular y me mostró su número. A veces, las interacciones entre adultos son tan directas. Le iba a transferir el dinero por celular a Rodrigo, pero él no lo aceptó. En cambio, me pidió que lo invitara a cenar. En ese momento pensé que una taza de café no costaba más de unos pocos billetes, pero invitarlo a cenar costaría mucho más que eso, Rodrigo sabía cómo hacer cuentas. Aún así, no pude resistirme. Rodrigo me había ayudado, así que acepté la invitación, aunque fuera solo para devolverle el favor. Una semana después, elegí un restaurante y, para mi sorpresa, este era parte de los negocios de Rodrigo. Obviamente, no tuve que pagar ni un centavo, y nuestra relación comenzó a volverse más cercana. Rodrigo nunca mencionó a Estrella, y yo pensaba que ambos nos habíamos enamorado a primera vista y que nuestra relación fluía como el agua, todo era perfecto. ---- Así que, después de seis meses, nos casamos. Pero, después del matrimonio, Estrella regresó, y desde el principio noté que había algo bastante raro entre ellos. Las provocaciones de Estrella eran más y más evidentes. Mi alma comenzó a parecer invisible. Con el tiempo, Rodrigo dejó su trabajo y pasaba todo el día bebiendo en casa. Las botellas de cerveza se apilaban en el suelo. Quería escapar, pero al mismo tiempo, quería ver cómo vivía Rodrigo sin mí. En los pocos momentos en que Rodrigo estaba sobrio, lavaba los platos y preparaba mi comida favorita. Yo solo me sentaba frente a él en silencio. Era muy irónico. Durante cinco ahos de matrimonio, Rodrigo nunca me preparó una comida. Fue solo cuando ya no lo necesitaba que intentó compensarlo. Cuando el amor llega tarde, ya no significa nada. Rodrigo miraba la silla vacía frente a é| y comenzó a hablar consigo mismo. - iSabes? La primera vez que te vi, vi el reflejo de Estrella en ti. Ella me hirió tanto, pero jamás pude ---- sacarla de mi mente. - -Con el tiempo, me di cuenta de que tú eres tú, y Estrella es Estrella. Me empecé a confundir, no sabía si me gustabas tú o ella. -Cuando se reveló toda la verdad, me di cuenta de lo equivocado que estaba. Estrella era mi obsesión, pero tú eras mi futuro. -Tsa, ipuedes volver? Te lo ruego, por favor. Rodrigo dijo estas palabras entre lágrimas, pero mi corazón ya estaba sordo. Buscar el reflejo de otra persona en alguien más es muy bajo. Si hubiera sabido todo desde el principio, nunca habría estado con Rodrigo, aunque hubiera tenido que vivir sola. Pero, el cielo ni siquiera me dio la oportunidad de arrepentirme. Al final, me paré de la mesa. Ya no quería escuchar esos supuestos arrepentimientos, ni quería saber qué pensaba Rodrigo sobre cómo se enamoró de mí. Me daba asco.
