---- Capítulo 4 Me terminó Ilevando al hospital Carlos Manade, el archienemigo de Miguel. Me sorprendió, porque en mi vida anterior, para este momento él deberia estar volando hacia Australia. La familia Manade eventualmente trasladó todos sus activos allá y se establecieron definitivamente. Carlos solo apareció después de mi muerte. Asistió a mi funeral como compatiero de universidad Recuerdo que Iloró desconsoladamente ante mi tumba, maldiciendo mi ceguera. iCómo es que en esta vida apareció en la puerta del hotel? iSerá que mi renacimiento también provocó muchos cambios en este mundo? Antes de poder preguntare, perdí el conocimiento. Desperté en medio de una discusión. Abrí los ojos lentamente. Siguiendo las voces, vi a Miguel en la puerta de la habitación, furioso, gritando. Santiago y Carlos, como dos murallas, le impedian entrar. -iCarlos! g Con qué derecho impides que vea a mi esposa? ;Tú no eres nada! ;Quién te crees para entrometerte en nuestros asuntos? ---- -bramó Miguel. Carlos resopló con desdén: -Miguel, s tienes vergilenza? Le quitaste la ambulancia a Sonia, causando que sufriera una hemorragia y casi muriera en la mesa de operaciones. -iCómo te atreves a venir a verla? Además, ya estás casado. Por todas partes hay notícias y fotos de tu boda con Ximena. -lIncluso el Grupo Urquiza emitió un comunicado confirmando la alianza oficial entre las famílias Ruiz y Urquiza. -Esto significa que Ximena es tu esposa ahora, y ya no tienes ninguna relación con Sonia. -Como su amigo, itengo derecho a impedir que su ex novio la acose! Santiago también gritaba furioso: -jMiguel, antes de desmayarse mi ta dijo que eres un completo canalla y que nunca más quiere verte en su vida! iLárgate! Acostada en la cama, escuchaba todo con insensibilidad. En realidad, desde que Juan aceptó que Miguel cambiara de novia, ya imaginaba que convertiria esta farsa en realidad. En cuanto a los Ruiz, estaban ansiosos por asociarse con los Urquiza, así que naturalmente cooperarían con Juan, A estas alturas, lo hecho, hecho está. Si Miguel no queria arruinar su reputación, tendría que aceptar esta realidad. -iSonia es mi esposa! Lo de Ximena fue solo un malentendido, Sonia me entiende! -gritó Miguel enfurecido. Carlos, incapaz de contenerse más, finalmente le dio un pufetazo enla cara. ---- Viendo que ambos se enzarzaban en una pelea, temí que Carlos se metiera en problemas, así que reuni fuerzas y grité: -jBasta! Al oír mi voz, ambos se soltaron de inmediato y corrieron hacia mí. Santiago fue el primero en Ilegar a mi lado, y con los ojos enrojecidos dijo con tristeza: -Tía, ,has despertado? Miró mi vientre, ya plano, y dijo incómodo, como si hubiera cometido un error: -Lo siento, no pude protegerte. Sonreí acariciando su cabeza. Solo tenía trece afios, era apenas un nifio, y ya habia hecho mucho. -No estaba destinada a tener este hijo, no es tu culpa -dije con voz suave-. ;Pediste permiso en la escuela? Las clases son importantes. Ahora estoy bien, ve a estudiar. Santiago negó con la cabeza: -Tía, no iré a ninguna parte, me quedaré contigo. -;iYa no me obedeces? -dije fingiendo severidad-. No te preocupes, Carlos me cuidará bien. La última frase solo pretendia tranquilizar a Santiago, pero Miguel la escuchó. Se abalanzó y agarró mi mano, furioso: -Sonia, eres mi esposa, é cómo puedes dejar que otro hombre te cuide? Levanté la mirada con desdén, aparté su mano con frialdad y pregunté: -; Tenemos certificado de matrimonio? El rostro de Miguel cambió ligeramente: -Si quieres, podemos ir a registrarnos ahora mismo. Negué con la cabeza, riendo con desprecio: -zEstás seguro? ;Cómo ---- se lo explicarás a tus padres? ;A Ximena? ;Cómo lo justificarás ante la sociedad? Vi que Miguel palidecia, pero insistió: -Sonia, sé que estás molesta, pero realmente no esperaba que mi padre hiciera esto. -Veolveré a hablar con él para aclarar todo. Solo dame algo de tiempo. Puedo resolver todos los problemas y luego casarme contigo con todos los honores. Santiago quiso decir algo, pero lo detuve y seguí preguntando: - Bien, dime, zcuánto tiempo necesitas?
