---- Capítulo 11 Felipe me vio cuando me arrebataron en medio del caos, sus ojos estaban rojos por el pánico y la rabia. Los guardias lo protegieron mientras se abria paso luchando para salir. Entonces, Ilevó las noticias al Pico de la Diosa Luna tan rápido como pudo. Cuando Luciano se enteró de que Carlos me habia secuestrado, se puso furioso y toda la manada Luna Plateada se puso en alerta máxima inmediatamente. -Carlos, has cruzado la línea -la voz de Luciano era fria como el hielo. No dudó ni un segundo, personalmente dirigió a los mejores guerreros de la manada Luna Plateada, el Escuadrón Trueno, siguiendo el débil rastro que Carlos habia dejado atrás, y lanzó una persecución veloz como el rayo. León se quedó para coordinar, usando todos sus recursos para bloquear cualquier ruta de escape que Carlos pudiera tomar. Carlos se escondía en un valle realmente secreto, envuelto en magia oscura, pero Luciano conocia mi aroma demasiado bien, esa conexión profunda del alma entre compaíieros lo Ilevó directo hacia mi. Carlos estaba tratando de convencerme con palabras dulces justo cuando el Escuadrón Trueno de Luna Plateada apareció fuera del valle, como si hubieran caído del cielo. -Elena, mira, esta es la nueva guarida que he hecho para ti. Es incluso mejor que el Pico de la Diosa Luna... ---- -iCarlos! -el rugido de Luciano cortó sus divagaciones delirantes. La pelea fuera del valle explotó al instante. El grupo de inadaptados de Carlos no era rival para los guerreros élite de Luna Plateada, no tenían oportunidad alguna. Luciano atravesó la barrera de magia oscura que Carlos habia levantado y se dirigió directamente a la cueva donde me tenían cautiva. -iLuciano! -grité, con lágrimas de alegria en los ojos. -Elena, estoy aqui. Carlos vio a Luciano y el pánico brilló en sus ojos, luego gruíó con odio. -iLuciano! iFinalmente apareciste! jHoy te voy a mostrar quién es el verdadero Alfa de Elena! Rugió y se lanzó contra Luciano, causando que los dos Alfas supremos chocaran en el valle estrecho. La luz sagrada dorada se estrelló contra la energia demoníaca negra, por lo que las rocas se hicieron pedazos y el suelo tembló. El poder de Luciano era puro y fuerte. El poder de Carlos, retorcido y violento por la magia oscura, era inestable, Ileno de debilidades. León y los guardias me liberaron, observé la pelea con el corazón acelerado. Felipe también corrió y me abrazó fuerte. -jMamá! z jEstás bien! -Estoy bien, Felipe -lo tranquilicé, pero no podía apartar los ojos de Luciano. La pelea terminó rápidamente, ya que Luciano encontró una abertura y clavó sus garras doradas en el pecho de Carlos. ---- Carlos gritó y se estrelló con fuerza contra la pared del acantilado, tosiendo mucha sangre. La magia oscura a su alrededor se desvaneció con rapidez, revelando lo débil que realmente era por debajo. Luciano caminó hacia él, paso a paso, con una intención asesina en los ojos. -No... no me mates... -suplicó Carlos, aterrorizado, Finalmente podía sentir que la muerte venía por él -Secuestraste a mi Luna, debiste haber sabido que esto iba a pasar. Justo cuando Luciano estaba a punto de dar el golpe final, lo interrumpí. -Luciano, espera. Luciano se volvió hacia míi, con una mirada confundida en los ojos, claramente no entendía. -Deja que los Ancianos se encarguen de él -dije-. Que enfrente la justicia de la manada, que pague por lo que ha hecho. Quería que Carlos viviera, que se viera desmoronarse paso a paso, que se arrepintiera de su traición y su locura quedara expuesta frente a toda la manada, Luciano guardó silencio por un momento, luego asintió. Fui al lado de Luciano, tomé su mano con fuerza y lo seguí de regreso a la manada Luna Plateada, pero esa noche recibimos más notícias. Carlos habia logrado burlar a los guardias de Luna Plateada y había desaparecido otra vez.
