---- Capítulo 12 Al terminar, dejó de prestar atención al desolado Daniel y corrió hacia el dormitorio para calmar al nifio que se había despertado asustado. Pero ni Irene ni yo esperábamos que Daniel entrara también, Observó al bebé en brazos de Irene y forzó una leve sonrisa. -Es muy lindo, zya le pusieron nombre? -No hables tonterías. No te diré nada sobre Catalina, Irene lo miró con desconfianza. -No te da miedo que te odie por no haber ido a ver a Catalina en estos meses? La voz de Daniel sonaba grave y cargada de una locura enfermiza. - Dime, «dónde has enterrado a Catalina? Su aire normalmente aristocrático se tornó de repente en algo amenazante. El bebé en brazos de Irene pareció percibirlo y comenzó a Ilorar aún más fuerte. El Ilanto agudo y penetrante hizo que Daniel recuperara el sentido. -Lo siento, no era mi intención. Solo quería ver a Catalina. Intentó acercarse para abrazar al adorable bebé, pero Irene retrocedió instintivamente, su mirada Ilena de inquietud. 16. Irene finalmente cedió. Los muertos ya no están, y aunque ocultara el lugar de mi descanso, Daniel encontraría otros medios para descubrirlo. Cuando Irene Ilegó con alguien a mi tumba, el pequeo montículo ya estaba cubierto de flores en plena floración. Eran ---- rosas, las que tanto me gustaban. Intensas y radiantes. El cielo comenzó a lloviznar, la bruma lo envolvia todo, dándole un aire de desolación y frialdad. Daniel se arrodilló ante mi lápida, acariciando mi rostro sonriente, y preguntó con tristeza: -éDe verdad no dejó nada sobre mi? -iCuántas veces más vas a preguntar? Ella dijo que esperaba que pudieras dejar de odiarla. ;Puedes hacerlo? -No puedo, ; qué hago? Daniel no entendía cómo aquella nifia que prometió estar a su lado para siempre había desaparecido de su vida. -eNo puedes? jEntonces ve y muere! Irene le devolvió las palabras hirientes que él alguna vez me dirigió. -Cuando Catalina te perseguia, .cómo la tratabas? Ella se volvió tan humilde que había perdido su esencia. ; Qué hiciste tú? Eras quien la trataba como basura, y ahora eres tú quien se arrepiente. Si quieres que Catalina regrese, imás te vale morir para expiar tus pecados! Irene siempre sabía cómo expresar lo que había en lo más profundo del corazón de las personas. Daniel se quedó en completo silencio. El aire primaveral era frio y cortante, e Irene decidió no acompahar más al hombre enloquecido. Sosteniendo un paraguas, recogió algunas rosas y las colocó sobre mi tumba. -Vine con prisa esta vez, la próxima vez te traeré una copa de vino, nos emborracharemos para olvidar. Dicho esto, se dio la vuelta y se marchó sin mirar atrás, dejando a Daniel solo bajo la Iluvia. Solo quedábamos yo y Daniel. Más ---- precisamente, aqui solo estaba Daniel. -iCatalina, estás loca? ; Te dije que te mueras y realmente lo hiciste? Eres tan obediente, entonces si ahora te pido que regreses, z lo harás? La mano derecha, ya herida, formaba un pequefio charco de sangre bajo la Iluvia. É miraba esa mancha de sangre y, de repente, comenzó a llorar. -ilrene tiene razón, soy un idiota! Había tantas seõales de que estabas enferma, incluso un ciego podría haberlo visto, pero yo, egoistamente, pensé que solo era un truco tuyo para Ilamar la atención -mientras Iloraba, comenzó a reír-. Es mejor estar muerto, así se acaba todo, ya no tengo que vívir con mi cara horrible. Pero, z qué haré ahora que estás muerta? Sus ojos estaban perdidos, como un nifio que no puede encontrar su hogar, y se veía tan miserable. Yo, en cambio, permanecia indiferente, incluso sentía que era un hipócrita.
