---- Capítulo13 Al quinto día después de mi muerte, a Alejandro se le notaba cada vez más enojado. Pero su expresión mostraba también indicios de pánico. Antes, mis fugas de casa nunca duraban más de tres días. Ahora esperaba ansiosa ver su reacción cuando se enterara de mi muerte. Manuela me ensefió que lo más importante era ser feliz. Así que mis calificaciones se fueron al piso. Tanto que los maestros hablaron conmigo y llamaron a Alejandro a la oficina. Al volver a casa, como era de esperar, se enfureció conmigo. - Lucía, ya tienes 18 afios. - êNo puedes madurar un poco? íCrees que es genial llamar la atención bajando tus notas? Antes, para obtener la atención de papá y Alejandro, hasta me alegraba muchísimo cuando me sangraba la nariz. Al menos de esa forma me miraban por un momento. Ahora, estudiar había perdido sentido para mí. Solo ---- quería ser libre y feliz. Ya no discutía con él. Solo bajaba instintiva la cabeza en silencio. Esto pareció molestarlo aún más. Quizás porque mi silencio era una forma de rebeldía. La tensión entre nosotros era palpable. En ese preciso momento, Yulia entró de la habitación contigua con un plato de frutas. Sus dedos blancos sostenían un tenedor con un gajo de naranja, la fruta favorita de Alejandro. La pulpa brillante se veía demasiado apetitosa. - Alejandro, no te enojes con Lucía -dijo Yulia-. Tal vez ella odia estudiar por mi culpa. Al final, es mi Ilegada lo que la ha hecho infeliz. No pensé que Lucía usaría sus estudios para esa forma desquitarse. Mientras hablaba, sus ojos se Ilenaron de lágrimas. Su expresión lastimera me daba náuseas. Observé fríamente su actuación. Alejandro cayó en la trampa y se enojó aún más. Me sefialó, exasperado: - Lucía, festás loca? (Arruinas tu futuro solo para ---- vengarte de Yulia? Sí, estaba de veras más loca que una cabra bien loca. Loca por creer que é!l era en realidad mi Alejandro. Estaba harta de su maldita farsa. - éYa terminaron? - pregunté- . Si es así, me voy a mi cuarto.