---- Comencé a perder la conciencia mientras mi temperatura corporal descendia con cada momento que pasaba. Sin mi bebé, no tenia voluntad para vivir. Justo cuando me rendi ante la muerte, Aurora irrumpi¢ entre los Arboles. Miré mi forma ensangrentada y el vinculo mental aun activo, brillé en mi sien. Su rostro se contorsioné con rabia mientras gritaba. -Por qué no me llamaste? Si no hubiera sentido tu dolor a través de nuestro vinculo como hermanas, zqué habria pasado contigo? Me levanté con mucho cuidado y con desesperacién, trat de vincularse mentalmente con Elias. -Estoy buscando a Vicky. No me molestes -esas siete palabras la dejaron congelada por el shock. Intenté llamar a los guardias de la manada, pero estdbamos demasiado lejos de nuestro territorio como para que la conexién telepatica funcionara. Sin otra opcidn, se transform6 para llevarme medio cargando, medio arrastrando por el bosque, mientras los renegados nos perseguian. Nos alcanzaron con rapidez y uno de ellos hundié una daga plateada profundamente en el abdomen de Aurora, mientras que los otros mordian sus brazos y piernas. Aun asi, mi hermana luché para protegerme, incluso cuando el veneno de la plata se extendia por su sistema. Por algun milagro, tropezamos con la patrulla fronteriza y los renegados se dispersaron, pero el dafio ya estaba hecho. Tal vez, el destino habia escrito ese final para nosotras. Mientras cerraba lentamente mis ojos en el hospital de la manada, el sanador confirms lo que ya sabia: mi hijo habia fallecido al ser ---- arrancado de mi vientre por aquellas garras vengativas. Lo que no esperaba fueron las noticias sobre Aurora: la plata habia penetrado profundamente en su sistema, por lo que nunca podria transformarse de nuevo, su forma lobuna quedaria suprimida por el veneno de forma permanente. Habia sacrificado su forma lobuna -Ia parte mas sagrada de cualquiera que se identificara como hombre lobo- para salvarme.