El camino a reparar tu corazón
Señora, nuestro examen indica que su pared uterina es inusualmente delgada, lo que hace precaria la posición del feto. Es esencial que tenga precaución con su dieta y actividades físicas», explicó el médico, tendiéndole un papel a Sabrina Chávez. «Toma, coge esto. Ve a buscar la medicina».
«Entendido, doctor», respondió Sabrina, cogiendo con cuidado la receta del médico.
El médico recalcó: «Asegúrate de cuidarte bien. Se trata de un asunto serio». Una pared uterina delgada puede aumentar el riesgo de aborto. Es lamentable que muchas mujeres que sufren un aborto espontáneo tengan dificultades para volver a concebir.
«Gracias, doctor. Me cuidaré», le aseguró Sabrina, con una sonrisa decidida en los labios.
Llevaba tres años casada y había esperado con impaciencia este bebé durante el mismo tiempo, y estaba decidida a hacer todo lo que estuviera en su mano para protegerlo.
Al salir de la consulta, Sabrina recogió sus medicinas y se dirigió a su coche.
El conductor encendió el motor y la miró por el retrovisor. «Señora, el vuelo del señor Blakely tiene prevista su llegada a las tres de la tarde. Aún nos quedan veinte minutos. ¿Deberíamos dirigirnos ya al aeropuerto?»
«Sí, hagámoslo».
La idea de reunirse con su marido en tan sólo unos minutos calentó el corazón de Sabrina, provocando una sonrisa.
Su marido, Tyrone Blakely, había estado fuera por negocios durante casi un mes, Ella lo echaba mucho de menos.
Durante el trayecto, se encontró repasando repetidamente el informe de embarazo, con la mano suavemente apoyada en el vientre.
En sólo ocho meses, ella y Tyrone darían la bienvenida al mundo a su precioso bebé.
Estaba ansiosa por compartir la feliz noticia con él de inmediato.
Cuando llegaron al aeropuerto, el conductor aparcó el coche estratégicamente.
«¿Vas a llamar al Sr. Blakely ahora?».
Consultando su reloj, Sabrina intentó llamar a Tyrone, pero la llamada quedó sin respuesta.