---- Capítulo 5 El acuerdo de divorcio lo firmé hace tiempo y se lo entregué a Alejandro. No puedo soportar ni un segundo más este matrimonio tan ridículo. Pero Alejandro se niega a divorciarse. Le Ilamé por teléfono. Él respondió con un tono bastante alterado: -iNo estoy de acuerdo! Solté una risa algo sarcástica: - Acaso quieres que Ana sea la otra toda la vida? Alejandro pensó por un momento, que estaba haciendo una escena y, con impaciencia, dijo: -Ya rompí el acuerdo de divorcio, éya terminaste? Te dije varias veces que Ana está enferma. jY además, solo somos amigos! - Te enviaré el acuerdo por mensajería. Si no firmas, haré que el abogado presente una demanda. ---- Del otro lado del teléfono, Ana dejó escapar un leve gemido: - Alejandro, jme duele muchísimo el pecho! - No te preocupes, ya voy para allá. Respondió Alejandro, algo nervioso y compasivo. Pero mientras la atendía, una sensación inexplicable de temor se apoderó de él. Sentía que había olvidado algo muy importante. En ese momento, mientras cuidaba de Ana, lo único que ocupaba su mente era yo. De repente, Alejandro dijo: -Ana, me tengo que ir, necesito ver a María. Ana se quedó perpleja. -éMaría? Nunca la has Ilamado con tanto carifio, Alejandro, évas a dejarme por ella? - Ahora que la empresa está en una situación tan difícil, étodavía no lo entiendes? Alejandro guardó absoluto silencio. -éTe has enamorado de María? ---- Alejandro no lo negó. -PLo siento mucho, Ana, últimamente lo he comprendido. Contigo tengo nostalgia, frustración, enojo, pero no amor. - A quien amo en realidad es a María. Las lágrimas de Ana comenzaron a caer desbordadas. -iY yo? iQué soy yo? Todos estos afhios, cuidándome, acompafiándome, incluso torturándola juntos, é qué fue eso? Ana sonrió con ligeras lágrimas en los ojos: - Alejandro, ésabes que jugar así con las mujeres trae consecuencias? - Perdóname, Ana. Al principio la odiaba, la odiaba por separarnos, y por eso solo le di frialdad y dolor interminables. - Pero ahora, me doy cuenta de que no puedo estar sin ella. Empecé a sentir una infinita compasión, luego afhoranza, e incluso tengo miedo de que realmente me deje. - En el futuro, si necesitas algo, siempre podrás contar conmigo. Haré lo que esté a mi alcance para ---- ayudarte. Al decir esto, Alejandro sintió una gran ligereza en el cuerpo. De repente, sintió una fuerte necesidad de contactarme. Pero cuando vio el mensaje en su teléfono, fue como caer de inmediato en un pozo de hielo. Hace dos días fue el funeral de mi padre. Lo había olvidado por completo. iáCómo pudo olvidarlo? El pánico comenzó a extenderse en su interior, como una chispa que cae en un montón de espuma y se convierte en una gran hoguera de cenizas. Me llamó innumerables veces, pero no le contesté. Solo le envié un mensaje aterrador: [jFirma el divorcio!] Pero lo que no me esperaba era que. Al día siguiente, él convocara una conferencia de ---- prensa y anunciara de manera pública nuestro matrimonio. Incluso proclamó su inmenso amor de manera ostentosa, diciendo que amarme no era un arrepentimiento en su vida. Ana publicó en Twitter: [Después de dar tantas vueltas, al final me dejaste y te convertiste en el esposo de otra.] Le di un "me gusta" y comenté con ironía: [La sefiorita Ana debería quizás haberse esforzado un poco más.] Pero nadie se lo imaginaba. La decisión de Alejandro llevaría a su empresa al borde del desastre. Tres días después, en la empresa de Alejandro ocurrió un robo importante. Casi todos los jefes de departamento descubrieron que alguien había revisado sus cajones y que faltaban algunos contratos importantes. Incluso la puerta de la oficina de Alejandro había sido forzada. ---- Nadie sabía con exactitud qué se había perdido. Pero Alejandro estalló de ira y ordenó revisar en ese momento todas las cámaras de seguridad. Sin embargo, para su sorpresa. El encargado de la seguridad, balbuceando, explicó en detalle que, debido a una tormenta reciente, el cableado se había dahado, lo que provocó un fallo total en el sistema de la empresa. Esas cámaras no eran sino simples adornos. «iQuién hubiera pensado que justo en ese momento ocurriría un robo?» Al escuchar esto, todos en la empresa quedaron impactados. Alejandro, lleno de furia, ordenó reparar de inmediato las líneas y asegurar el funcionamiento del sistema. Se decía que, en el Grupo Fernández, todos los empleados estaban en vilo durante esos días, cuidando cada palabra y cada acción, temerosos de molestar al jefe y echar sal en la herida. Pero para Alejandro, las desgracias no venían solas. ---- Al ver que Alejandro no quería divorciarse, Ana perdió toda esperanza de salir de la sombra como la otra y dejó ver su verdadera cara. Se supo que Ana, en complicidad con socios comerciales de la empresa, había manipulado las negociaciones, tendiéndole una vil trampa a Alejandro. Las acciones de Alejandro cayeron justo en la trampa de ellos, y la compaíia sufrió un golpe devastador, el Grupo Fernández quedó indefenso y sufrió un daho severo. En una sola noche, la situación dio un giro inesperado. El Grupo Fernández volvió a estar como hace cinco afios, pero lamentablemente esta vez, no habría nadie que le echara una mano. Alejandro me llamó desesperado, pidiendo cinco millones de dólares de inmediato. Casi me reí a carcajadas. Al terminar, ante sus tontas preguntas, respondí con frialdad: - No ayudar es lo normal, eso es lo que tú me ---- ensefiaste. - Mi mayor acto de misericordia hacia ti es que en el divorcio solo recuperaré lo que es mío. Hubo un breve silencio al otro lado del teléfono, antes de que Alejandro dijera en voz baja: - Me equivoqué lo siento, todo fue mi culpa, por favor, ayúdame, salva la empresa. - María, no voy a divorciarme. Me provocó un agudo dolor de cabeza, me sentí abrumada y simplemente colgué.
