---- Capítulo 7 Se abalanzó, sus pufios cayendo sobre Kevin uno tras otro. La voz de Vicente se quebró: -iCómo puedes decirle eso a Wendy? ;Cómo te atreves a hacer llorar a una chica a la que aprecio tanto? Me toqué la cara y me di cuenta de que estaba lIlorando. Kevin reaccionó rápidamente y empezó a responder los golpes. Los dos estaban pegándose el uno al otro. Separé a los dos con todas mis fuerzas y fulminé a Kevin con la mirada. Luego saqué un pafiuelo de mi bolso y limpié con cuidado el corte de la cara de Vicente. Los ojos de Kevin me miraron con disgusto: -Wendy, épor qué no te preocupas por mí...? Ignorando lo que decía, limpié meticulosamente las ---- heridas de Vicente. Vicente me miró con ojos contenidos pero posesivos. Estaba temblando un poco. Cuando fuimos al hospital, insistí en lIlevar a Vicente para que le curaran las heridas, a pesar de sus objeciones. Dio la casualidad de que Kevin estaba allí. A su lado estaba Saray, a la que hacía tiempo que no veía. Saray miró a Kevin con cara de angustia y un leve sollozo en la voz: -Kevin, icómo te has hecho las heridas? ;Te duele? Ignoró las preocupadas palabras de Saray y nos miró directamente a Vicente y a mí cogidos de la mano. Vicente se dio cuenta, y levantó nuestras manos entrelazadas hacia Kevin. -Has venido porque te preocupas por mí? -La voz de Kevin se tensó y sus ojos me miraron esperanzados. ---- Me burlé: - Te aconsejo que no vayas de creído, ahora solo eres un extrafio para mí. Lo que te pase no tiene nada que ver conmigo en absoluto, y aunque mueras, no sentiré pena por ti. Mis palabras apagaron por completo la luz de los ojos de Kevin. Inclinó la cabeza, consternado, y soltó una carcajada amarga antes de apartar a Saray. - Si te da pena, puedes ir a buscarlo. Al ver que yo seguía mirando las espaldas que se alejaban, Vicente, a un lado, dijo débilmente, aunque inconscientemente me apretó más la mano, e incluso había algunos indicios de celos en su tono. Sacudí la cabeza: - Que esté vivo o muerto no es asunto mío, Vicente, lo único que me importa ahora eres tú. Bajó la mirada y se clavó en mis ojos ondulantes. - Bien, me creo fácilmente lo que dices, así que no me mientas -dijo suavemente. ---- Después de aquel día, Vicente y yo nos conocimos mejor. De vez en cuando venífa a mi casa como invitado. Mi madre le estaba presionando explícita e implícitamente para que me pidiera ser novios. El día que me confesó su amor era Navidad, porque esperaba ser mi único Papá Noel. Me dijo que me daría su amor y lealtad solo a mí. Le dije que sí. Entonces, empezamos a salir. OÍ hablar de Kevin y Saray de vez en cuando por amigos. Kevin volvió a casa destrozado. La cotización de la empresa también empezó a tambalearse porque rompió conmigo. Por otra parte, Kevin se había quedado sin ideas para gestionar la empresa y se la había cedido a su primo. Saray se enfureció al enterarse de esto. Pues se había acercado a Kevin y había flirteado con él solo para ---- poder ser la sehiora Vívez algún día. Ella pensó que al quitarme del juego, podría ser la sefiora Vívez seguro. No esperaba que Kevin renunciara todo. Al principio, aún tenía un atisbo de esperanza en él, y le cocinaba todos los días de diferentes maneras, e incluso imitándome deliberadamente para seducirle. Pero Kevin no sentía nada, e incluso le pegaba porque meimitaba. La paliza rompió por completo su ya poco amor por Kevin. Así que rápidamente abandonó a Kevin para liarse con el presidente actual de la empresa, el primo de Kevin. Pero ella no sabía que la novia de ese primo era un gran personaje y al enterarse del asunto, contrató a un grupo de gente que le dieron una paliza hasta dejarla totalmente discapacitada. Por otro lado, en una noche de borrachera, Kevin salió corriendo a la carretera y un camión que venía en dirección contraria lo derribó al suelo, al final le amputaron las piernas. ---- Esta vez, realmente se quedó en silla de ruedas para siempre.