Captulo 13 Valentina sinti un zumbido en los odos. Le ofreca conseguirle un hombre, o incluso dos?..Haba tomado una decisin. Haba elegido a Luciana sin dudarlo..n.Sinti como si una cuchilla se le clavara en el corazn, retorcindose y desgarrndola.Con los labios temblorosos, logr articular:w.v.-Mateo, yo todava soy tu esposaMateo, con una camisa y pantaln negros impecables, ya no mostraba el desorden de la pasin. Haba recuperado su fra y elegante compostura. Le tendi algo a Valentina: -Esto es una compensacin.Valentina mir hacia abajo; era un cheque por un milln de dlares.La voz magntica y fra de Mateo reson sobre ella: -Valentina, este es el pago por el divorcio. Vamos a divorciarnos.Mateo dej el cheque en el lavabo y se march a paso firme. Iba a buscar a Luciana. Igual que su madre aos atrs.Los ojos de Valentina se llenaron de lgrimas. La haban abandonado de nuevo. Tanto su madre como Mateo le haban dado su amor a Luciana. No importaba cunto se esforzara, no serva dew..nada.Un hombre lleg poco despus, hablando con Regina: -El seor me envi. Busco a la seora. Dnde est?-Regina: -Est en su habitacin. Sgame. Regina lo llev hasta la habitacin. Valentina palideci; Mateo haba actuado con rapidez, el hombre ya estaba all. Qu irona.Los pasos se acercaban a la puerta. Valentina se levant y abri la ventana; era el segundo piso. Salt. Cay sobre el csped, sintiendo un dolor agudo en el tobillo. Sin importarle su estado, llam a Camila.-Camila contest: -Valentina, qu haces tan tarde? Dnde te has metido?Al or la voz de Camila, las lgrimas brotaron de los ojos de Valentina, amargas y calientes.-En el bar 1996, Luciana, con las mejillas sonrojadas por las drogas, luca an ms hermosa. El hombre alto la codiciaba: -Guapsima, ya casi se acaba el tiempo. Tu novio novendr, eres ma esta noche.Luciana ignor al hombre, mirando la cuenta regresiva en su telfono: -Qu prisa tienes? Quedan cinco segundos. Llegar, seguro. Cinco, cuatro, tres, dos, unoEn cuanto dijo uno, la mano del hombre se apart de su hombro, reemplazada por una gran mano que lo inmoviliz y le quebr el brazo con un crujido.Luciana se gir; Mateo haba llegado. Llegu. Su elegante figura mostraba los rastros de su apresurada llegada. El hombre gritaba de dolor mientras Mateo lo empujaba contra la barra.Luciana se levant y tom el brazo de Mateo, sonriendo dulcemente: -Te dije que mi novio vendra! (5)
