---- Capítulo 5 Después de que se fueron, cambié inmediatamente la contrasefia de la cerradura digital y eliminé todas las huellas registradas. Empaqué todas sus pertenencias y las envié a su casa por cobrar. Luego contacté a un abogado para redactar el acuerdo de divorcio. Mis padres, preocupados por mi romanticismo ingenuo, nos habían obligado a firmar un acuerdo prenupcial. Ahora veo lo sabios que fueron. éCómo no me di cuenta antes de los planes calculadores de esta familia? En ese momento, sonó el teléfono: era la recepción del hotel. -Sefiora, basándonos en sus estancias anteriores, le hemos actualizado gratuitamente a una suite presidencial. jEsperamos su Ilegada! Agradecí sonriendo, imaginando a la familia de Mariano sofiando con su hotel cinco estrellas. En realidad, solo había reservado una habitación para mí. A estas alturas, ya no tenía sentido ser amable con ellos. Tomé un taxi al aeropuerto y volé en primera clase hacia Bali. Al aterrizar, mi teléfono estaba inundado de mensajes de Mariano. Cuando sonó, contesté y él empezó a gritar como loco: ---- -iValeria! ;Por qué el hotel no tiene nuestras reservaciones? ;Dónde gastaste el dinero? ;Por qué no contestas si ibas manejando? jToda la familia está varada a media noche! -êManejar? Se me olvidó decirles, tomé un vuelo a Bali. La reservación del hotel es solo para mí. jarrégleselas como puedan! Mariano entró en pánico. -jSe suponía que iríamos a la playa! iPor qué te fuiste a Bali? éCómo puedes abandonar así a toda la familia? jéY nuestro equipaje?! -iHagan lo que quieran, no me importa! jVe a quedarte con tu amiguita y tu hijo prestado! -colgué, pero él siguió llamando insistentemente. -ijé Qué más quieres?! Bajando la voz, respondió: - Olvido que te fuiste sola a Bali, pero reserva el hotel ahora mismo. Me reí con desprecio: -éNo adoran todos a Fabiola? j Pídeselo a ella! Conteniendo su ira, amenazó: - Si arreglas esto ahora, le diré a mis padres que tuviste una emergencia en el trabajo. Si no... ya sabes las consecuencias, y yo tampoco te perdonaré. ---- Cuando les entregué todo mi carifio, no lo valoraron, creyendo que podían manipularme. Deberían mirarse en unespejo. Le respondí con un simple "Lárgate" y colgué. Cuando siguió insistiendo, apagué el teléfono y me fui a la fiesta enla piscina del hotel. Ahora me doy cuenta de cuánto me habían lavado el cerebro. Debería agradecer a Fabiola por mostrarme la verdadera cara de esta familia de malagradecidos.