---- Capítulo 3 Perspectiva de Sabrina -çEso es lo que tú quieres? Me giré y vi a Arturo, al hombre que una vez se habia arrodillado junto a mi cama de hospital, con una caja de terciopelo en la mano, temblando de nervios y alegría. -Sé que no es un anillo -había dicho, con la voz cargada de emoción-, pero quiero que lo tengas. Serás mi único amor para siempre, Sabrina. Mi sefora Vélez. Entonces, éramos felices, ingenuos y tontos. Después de que nació Ely, Sara habia intentado recuperar la joya, pero en ese momento, Arturo se mantuvo firme. Dijo que me pertenecia a mí, a la madre de su hija Pero zahora? Ahora solo miraba al suelo. -Sabrina -murmuró, sin atreverse a mirarme-, por qué no se lo das a Beatriz? Te compraré otro... Eso fue todo lo que necesité oir. -Puedes quedártelo. Desabroché el collar, con los dedos apenas temblando. No me lo habia quitado en afios, al punto de que sentía que se habia convertido en parte de mí. Y ahora, con su ausencia, Ilegó algo que no sentía desde hacía mucho, mucho tiempo. Libertad. Lo dejé sobre la mesa sin decir palabra alguna. ---- Luego, salí con mi hija en brazos de aquella habitación Ilena de los Vélez y sus miradas juzgadoras, sin mirar atrás, ni por una sola vez. No fue hasta que Ilegamos a casa que Ely finalmente se quebró. Me agarró del brazo, y con una vocecita temblorosa, preguntó: -Marmi, gpapi ya no nos quiere? ;Por qué dijiste... que murió? Mi corazón se partió en dos, así que la abracé con fuerza, meciéndola suavemente. -Ay, carifo -susurré, besando sus rizos suaves-. Aún me tienes a mi y no me iré a ningún lado. Siempre estaré a tu lad . siempre. Ella sollozó contra mi pecho y busqué un paíiuelo para secarle las lágrimas. Luego, observé sus grandes ojos Ilenos de las lágrimas, los mismos que había heredado de él, y me obligué a sonreir. -Tengo una pregunta para ti. Parpadeó, curiosa. -cCuál? -Quieres irte de aquí conmigo? glr a un lugar nuevo? -Hice una pausa-. A mi antiguo hogar. Allá podemos tener más juguetes, más sol... y más gente que te quiera. ;Sabes? Yo he estado sintiendo un poco de nostalgia Ella inclinó la cabeza, pensativa. -iPodemos Ilevar a papi con nosotras? Mi corazón volvió a doler, pero le acaricié el cabello y la corregí con suavidad. ---- -No, carifio. Él no puede venir con nosotras, y recuerda que ahora es el sefior Vélez, 2si? Hizo un pequeto puchero, estaba a punto de Ilorar otra vez. -Entonces, 2al menos podemos tener una Navidad más con él? ; Por favor? Solo una? Ya habia reservado los billetes para Nochebuena, pero, al verla con el labio inferior temblando, no pude negarme y asentí. Llamaré al sefior Vélez a ver si -Está bien -dije en voz baj podemos planear algo solo para ti. Quedaba un día para Navidad. Habia Ilamado a Arturo más temprano y le habia dicho que Ely queria tener una fiesta anticipada de Navidad con él. Era lo mínimo que podía hacer, después de todo lo ocurrido en la mansión Vélez. En el fondo, supongo que aún queria que Ely tuviera un poco de felicidad antes de dejar esa ciudad y a su padre para siempre. Ella habia estado radiante toda la mafiana, con las mejillas rosadas por la emoción, reía mientras giraba con el nuevo vestido de princesa que le había comprado. -iMami! -exclamó--. ;Cuándo viene papá, esto... el sehor Vélez? | Quiero mostrarle mi baile! ;Y decorar el árbol! ;Y hacer un pastel! También aprendí a tocar una nueva canción en el piano, le va a encantar! Sonreí, quitándole un poco de harina de la nariz. -Espera, carifio. Déjame Ilamarlo, zsí? Quédate aquí un momento. ---- Tomé el teléfono del sofá y salí al balcón. Noté que el cielo estaba gris, con la nieve amenazando caer, y marqué el número de Arturo, pero no respondió. Era de esperarse, así que le envié un mensaje: «Ely está esperándote. ; Cuánto tiempo tardarás en Ilegar?» Esperamos otra hora. Ely no paraba de mirar por la ventana, con la nariz pegada al cristal, mientras la emoción que había mostrado en la mafhana se desvanecia poco a poco. Volví a escribir: «zEs en serio? Hiciste una promesa». Nada. Ely se volvió hacia mí, con la voz más suave. -iEl sehor Vélez olvidó venir hoy? -No, carifio -respondí, manteniendo la voz firme-. Solo está ocupado con algo. Vendrá pronto. Me regaló una sonrisa valiente, temblorosa y desgarradora. -Comamos pastel, mami. Si el sehor Vélez sigue ocupado, podemos empezar sin él. Se puso de puntillas y me besó la mejilla. Un beso cálido y pegajoso por el glaseado. -Soy feliz porque te tengo a ti Era la primera vez que no se le escapaba y lo Ilamaba papá. Quizá, ---- adornada con rosas blancas y guirnaldas de pino, el largo camino relucía con luces de colores, mientras una alfombra roja se extendía desde la entrada hasta las puertas principales. No parecía una sorpresa navideõa para una nifia, parecía completamente otra cosa. Aun así, me dije que Arturo debía tener algo preparado para Ely adentro. Algo dulce y privado, quizá eso solo era... un espectáculo. .A Ely no le importó y tiró de mi mano, arrastrándome con toda la emoción que una nifia de cinco afios podía reunir. Dentro del gran vestíbulo, el ambiente era extraíio, todo se veia demasiado pulido, adulto, frio. Y en medio de todo, estaba Arturo, vestido con un traje a medida, estrechando manos y saludando a los invitados. ilnvitados? ;Eso era... una fiesta?
