---- Capítulo 4 Ovidio tomó un taxi apresurado de regreso a la universidad. Al 1legar, salió corriendo hacia el edificio del instituto de investigación. Yo lo seguía de cerca, observando su agitación con una expresión vacía. Llegó sin aliento a la puerta del laboratorio, y se quedó allí, inmóvil, con el teléfono en la mano. Intentó lIlamarme, pero su rostro mostró frustración al darse cuenta de que mi teléfono estaba apagado. No tenía forma de contactarme. Se quedó en silencio por un buen rato, luchando con sus pensamientos antes de decidirse a entrar. Dentro, Aldara le explicaba algo a Esperanza, ambas ignorando deliberadamente la presencia de Ovidio. ÉI, algo incómodo, preguntó: -éDónde está Constanza? Aldaralo miró de reojo. - Se fue a casa. ---- Ovidio, más tranquilo de lo que esperaba, se secó el sudor de la frente y volvió a preguntar: -Pidió permiso para ausentarse? Aldara soltó una carcajada sarcástica. - 7Ya no necesitará pedir permiso nunca más. Ovidio se quedó paralizado, intentando entender el peso de esas palabras. De repente, Esperanza, furiosa, lanzó el contenido de un vaso de agua directo a la cara de Ovidio. - i Qué estás haciendo? - exigió él, visiblemente aturdido. Esperanza lo miró con desprecio y, con sarcasmo, dijo: -oOvidio, fes que te han dado tantas drogas que ya no puedes pensar claramente? ;Cómo es que no sabes dónde está tu prometida? jEs ridículo! El rostro de Ovidio palideció, la confusión lo consumía. - -No he podido comunicarme con ella... -murmuró. ---- Esperanza lo interrumpió de inmediato, con un tono cargado de resentimiento: -FClaro, Constanza quedó atrapada en el laboratorio por culpa de una mujer maliciosa que provocó una explosión. Y por si fuera poco, esa misma mujer liberó gases tóxicos intencionalmente. Las palabras cayeron sobre Ovidio como un mazazo, su cuerpo comenzó a temblar ligeramente, sus pies parecían clavados al suelo. Lo observé, impasible, mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar. Esperanza, con lágrimas en los ojos, continuó: -éCómo puede alguien tan brillante como tú ser manipulado por una estudiante? Llegaste al laboratorio y dejaste a tu prometida para salvar a Clara. jSi la hubieras 1levado al hospital en ese momento, Constanza podría estar viva! Aldara, incapaz de contenerse, también alzó la voz: - Desde el principio, solo la criticabas y la ignorabas. Yo estuve allí para ver cómo te apoyó en todo, cómo te puso primero en todo momento. éY tú qué hiciste? ---- Pero las palabras se le atoraron en la garganta, incapaz de continuar. Gracias. Gracias por decir lo que yo ya no podía. Todos podían ver lo que Ovidio había ignorado todo este tiempo. Pero, al final, él es demasiado egoísta para entenderlo. Los ojos de Ovidio comenzaron a enrojecerse mientras miraba con impotencia a Aldara y Esperanza. Esperanza, sin contener su furia, le lanzó otra copa de agua ala cara. -iLárgate! jAquí no te queremos! jLa universidad te sancionará y ni siquiera Dios te perdonará! Yo observaba la escena, casi en un estado de ensueão. La imagen de Ovidio, abatido y perdido, provocaba en mí una extrafia sensación de distancia, como si estuviera viendo una película de otra vida. Pensé en la frase: «El tiempo pasa, las personas cambian.» Todo lo que alguna vez fue... ahora es solo un recuerdo difuso. ---- F De vuelta a su casa, Ovidio, devastado, recogió un pequeão estuche de anillo. Sin detenerse, se dirigió a la puerta de mi hogar. Intentó lIlamarme, pero mi padre ya lo había bloqueado. Desesperado, caminaba de un lado a otro frente a la puerta, sin saber qué hacer más que seguir tocando el timbre. Hasta que, sin esperarlo, mi padre apareció paseando al perro. -iMaldita sea! ;Cómo te atreves a presentarte aquí? -pgritó con furia.