---- Capitulo4 Sin embargo, al cerrar los ojos, todo parecia haber ocurrido el dia anterior. Ese dia llovia a céntaros. Diego y yo estébamos en la autopista cuando, de pronto, recibié una llamada. Y yo of con claridad la voz al otro lado de la linea: -Sefior Garcia, un grupo de acreedores est causando disturbios en la mansién de la familia Gonzalez. Han ido a buscar problemas con la sefiorita Gonzalez. Diego, preocupado, gird la cabeza para mirarme. Sabia que no me estaba pidiendo permiso, sino advirtigndome que iria a rescatar a Camila. Lo cual quedaba en la direccién opuesta a la que ibamos. -Déjame en la préxima drea de servicio -murmuré entre dientes:- Tomaré un taxi para regresar. Apenas bajé del auto, a pesar de que abri el paraguas de inmediato, acabé empapada, cuando el lujoso automévil negro pas6 rugiendo frente a mi, salpicandome el rostro con agua sucia. El taxi que tomé, viejo y destartalado, derrapé por completo en la autopista. Cuando el vehiculo perdié el control, un escalofrio me recorrié de pieza a cabeza, Me abroché como pude el cinturén de seguridad con manos temblorosas. Mi coraz6n latia desbocado. Me quedé en blanco. iBang! Con el violento impacto, mi cabeza golpeé con fuerza contra la ventana. Y, en ese instante, todo parecié caer en cdmara lenta, mientras en mi mente repasaba de manera involuntaria mi vida ---- todos recuerdos vinculados a Diego. Cuando tenia diez afios, mis padres se habian endeudado para comprar una villa en el barrio mas exclusivo de Rosaleda. Alli lo conoci -Ten cuidado -me advirtieron-, ese muchacho es el heredero de una de las familias mas influyentes de Rosaleda. Diego era un joven bastante simpatico. Yo me esforzaba por jugar con él, siguigndolo como una sombra durante siete afios. A los diecisiete, crei enamorarme de él. Pero él me despreciaba, al punto en el que ese mismo afio, su circulo me apods: «la patética chica sin dignidad>. A los dieciocho, Diego se enamoré de Camila. Lo vi perseguirla como loco... y luego hundirse en una profunda depresién cuando ella lo rechaz6. A los veintiuno, Diego, borracho, me empujé sobre la cama, buscando mis labios, mientras murmuraba el nombre de Camila una y otra vez. En ese momento, deberia haberlo rechazado en ese momento, abofetearlo con todas mis fuerzas, pero me quedé inmovil. La empresa de mi padre estaba al borde de la quiebra, necesitabamos capital, y que me casara con Diego habia sido el anhelo de mis padres durante una década. Aguanté en silencio. Cuanto mas duraba su frenesi, mas veces gemia el nombre de Camila. Cuando el abuelo de Diego se enteré, la conservadora familia Garcia lo obligé a casarse conmigo y, al fin, obtuve lo que tanto habia deseado. ---- A los veintidés, quedé embarazada. El bebé me destroz6: nauseas constantes, un parto traumatico... Los recuerdos eran un verdadero laberinto de dolor. Al abrir los ojos otra vez, estaba en el hospital. Me dolia todo y sentia la cabeza a punto de estallar. A los veintisiete, mi hijo Ilamé «mama» a Camila frente a mi. Y mi esposo lo acepté en silencio. Fing/ indiferencia, pero cada pequefio gesto de mi hijo era una pufialada mortal. Aquellos por los que tanto me aferraba a la vida deseaban mi desaparicion. El silencio fue mi refugio, mientras pensaba que, quizas, la felicidad nunca fue mia. -{Insultan a quienes aman? -quise preguntarles a Diego y Alejandro. Pero al verlos tan felices con Camila, entendi la respuesta. Diego se habia enamorado de ella a primera vista. Alejandro también la habia adorado desde el primer encuentro. Es més, era la primera vez que mostraba afecto por alguien Los humanos somos obstinados con aquello que nos conmueve en un primer vistazo. Alejandro se parecia cada vez mds a su padre: facciones, cardcter... hasta sus preferencias. Ambos amaban a Camila con el alma. Nunca la consideré una intrusa, porque desde aquella noche, yo fui solo la ladrona que le arrebat6 lo que le pertenecia legitimamente. El sufrimiento siempre nace de perseguir lo equivocado ---- Este tortuoso matrimonio habia llegado a su fin. Era hora de devolverles a Diego y a Alejandro lo que tanto querian: a Camila, En realidad, Diego habia preparado los papeles del divorcio el mismo dia que ella habia regresado al pais