---- Capítulo 06 Todo el camino de regreso a casa, el corazón me latía con fuerza. No poda evitarlo. Temia que Diego apareciera de la nada, furioso, a arrastrarme de nuevo a su ceremonia maldita É! estaba acostumbrado a que yo obedeciera sus órdenes sin dudar, sin retraso. Pero esta vez no. Esta vez no solo no me presenté a la boda.. También recibió mi "regalito" por mensajería. Y debió enloquecer. Yo, en cambio, iba sonriendo como nunca. "*Jamás entendiste quién era yo realmente, Diego." No era esa mujer sumisa que esperaba en casa a que el lobo regresara con gloria. Yo era una loba que perseguia el escenario, las luces, el aplauso. Una bailarina, una sofiadora. Esta vez, ni siquiera le di la oportunidad de detenerme. Porque hace diez aios, cuando intenté marcharme por primera vez, fui tan ingenua que le dejé una carta de despedida. Y él, con lágrimas falsas y su carita de cachorro arrepentido, se presentó ante mis padres. ---- Después me Ilevó a un partido de baloncesto. Y en el descanso del medio tiempo, en medio de miles de espectadores, sacó un ramo de rosas y gritó: -ilsabel, te amo! En la pantalla gigante, su rostro salía tímido pero decidido. El estadio entero aplaudia, silbaba, gritaba. Hasta mi lobito interior aullaba de felicidad. -iDilo cien veces! -iTe amo, te amo, te amo! Y yo, claro, le creí. iCómo no hacerlo? Aquella escena era el suefio adolescente por excelencia. Una película viviente. Pero cuando lo seguí hasta aqui, pensando que viviríamos juntos esa historia, me dejó sola. Se fue a luchar por su ambición y me dejó esperando. Y yo, estúpidamente enamorada, pensaba: "Mientras estemos bajo el mismo cielo estrellado, estoy feliz.." Pero no. El cielo puede ser el mismo, pero no todos los amores son eternos. |A veces, cuando uno se enamora de un lobo demasiado guapo, ---- paga precios muy altos. Yo pagué con diez aõos de soledad, con dos abortos, con heridas que no fueron solo físicas, sino del alma. Por suerte, hoy volví a casa. Volví al final de mi propia tragedia, como cuando cae el telón de una obra de danza desgarradora. La función terminó. En la entrada de la Manada Azul Sereno, me esperaban decenas de rostros familiares. Mi madre, Javier, primos, tíos, vecinos... Unos con flores, otros con carteles, otros agitando luces. -iBienvenida a casa, Isabel! Se acordaron. Se acordaron de que yo amaba estas cosas. Las sorpresas, las recepciones emotivas. Siempre fui dramática. Artística. De alma grande. Mi madre me abrazó fuerte, con los ojos Ilenos de lágrimas. -iMi lobita preciosa, estás tan flaca! No te preocupes, te voy a preparar de comer hasta que recuperes cada gramo. -lsabel, ya estás con tu familia. No tienes que tener miedo de nada. ---- Toda la manada está contigo. Habia aguantado. Desde que vi los videos de Diego con Valentina. Desde que lo vi arrodillarse. Desde que me gritó que yo era una "venenosa". Yo aguanté. Ni una lágrima. Pero ahora... ya no. Lloré. Lloré como nunca. Por fin... segura. -Olvídate de ese idiota -decía uno de mis primos-. Ya todo el mundo en las manadas sabe lo que hizo. Es el chisme del afo. -iY ni te cuento los Alfas que han Ilamado preguntando por vos! Literal... tienes fila. Te vas a divertir eligiendo. AAl escuchar "Alfas" y "guapos", no pude evitar reir. Las lágrimas se convirtieron en sonrisas. Las heridas, en nuevas ilusiones. m La casa olía a hogar. La cena ya estaba servida. Por diez afios, fui yo quien esperaba a Diego con la comida caliente. .A veces pasaba meses sin venir, y yo igual cocinaba. Igual servia. Igual lo perdonaba. ---- Qué estúpida. Ahora todo cambió. Comií lento. Disfrutando. Sintiendo que por fin, estaba en casa Después de cenar, noté algo raro. Mi madre y Javier se alejaron a la cocina y empezaron a hablar en susurros. Se veían serios. Preocupados. Alcancé a oir un nombre. Diego. "iQué están tramando...?"