¡Y pensar que incluso le salvé la vida! Si no le hubiera ayudado en la isla, aún estaría flotando en algún océano, apenas vivo. Molesta, Arielle respondió con otro texto: ¡Un hombre insignificante será soltero de por vida! A Vinson le entusiasmó recibir una respuesta de Arielle tan rápidamente, pero el contenido del texto lo dejó desconcertado. Al releer el texto, se imaginó a una Arielle enfurecida que se alejaba, lo que le hizo reírse en voz alta. Shandie regresó a la mansión justo cuando Arielle se dirigía al salón. En cuanto entró en la casa, gritó alegremente: «¡Papá, he conseguido el papel! Soy la protagonista femenina de Monstruos en Jadeborough». Los ojos de Henrick se iluminaron al instante. «¡Esa es mi chica! ¡Estoy muy orgulloso de ti! Pide lo que quieras para comer esta noche». Shandie se hizo la tímida y respondió: «¿Por qué no pides tú, papá? Yo me encargaré de comerlo». Henrick dejo escapar una carcajada, encantado con el descaro de su hija. Cindy también había bajado las escaleras y gritó de alegría al escuchar las buenas noticias de Shandie. Arielle miraba de reojo cómo los tres parecían la familia perfecta llena de amor y alegría. Arielle, en cambio, se sentía como una extraña, sola y olvidada. No pudo evitar apartar la mirada mientras intentaba ocultar las lágrimas que brotaban de sus ojos. Arielle creía que se había acostumbrado a sentirse excluida, pero estaba claro que no era así. Como no quería quedarse ni un minuto más, subió las escaleras y se dirigió a su habitación. Después de ponerse un conjunto de ropa cómoda, llamó inmediatamente a su asistente en el extranjero. «Ashley, quiero que averigües quién es la persona encargada de gestionar los activos de Cindy en el extranjero», ordenó, con una mirada fría y distante.